Evrie apuró el paso.

Al llegar a las afueras de la obra, pudo ver con claridad que Marcela llevaba un mono de trabajo cubierto de polvo, con el pelo recogido de cualquier manera y la cara manchada de gris.

Estaba empujando con fuerza un carretón, trabajando como peón en la construcción.

Había sobre todo hombres en la obra, realizando trabajos de fuerza, y no era común ver a mujeres como ella.

Algunos alrededor le lanzaban comentarios indebidos, pero Marcela los callaba con su lengua afilada.

Parecía convertirse en la burla de la obra, o en el blanco de las bromas de todos.

Evrie se quedó parada, observándola en silencio.

Con un torbellino de emociones indescriptibles dentro de ella.

Justo entonces, Marcela se percató de Evrie, se detuvo un momento, como si no esperara que Evrie volviera.

La casa estaba llena de deudas, habían pedido préstamos enormes para sacar a Óscar de un apuro.

Pablo, ese hombre inútil, no servía para nada.

Por eso, ella tenía que trabajar en la obra.

Cada día significaba un poco más de dinero.

Marcela se acercó, limpiándose el rostro polvoriento.

—¿Qué haces aquí? ¿Acaso ese inútil de Pablo ha hecho de las suyas otra vez?—

Evrie negó con la cabeza. —He vuelto para arreglar el registro de familia, necesito los datos del jefe de hogar para actualizarlo.—

Pablo era el jefe de hogar.

Y el registro de familia estaba en manos de Marcela.

Por eso Evrie tenía que pedírselo.

Marcela frunció el ceño, pero no dijo nada más.

Sacó un llavero del bolsillo y se lo lanzó.

armario,

las llaves y se

—¿No que tu hija era una estudiante sobresaliente? Ganando buen dinero en la gran ciudad, ¿y aun así te toca trabajar en la construcción? ¿Por qué no va a vivir la buena vida

mierda! Ni mi marido ni hijos valen la pena, estoy condenada a no tener paz

se volteó ni una sola vez.copy right hot

armario y luego fue a

quedaba esperar el

a casa, donde tendría que esperar un par

estaba oscuro y el viento soplaba fuerte, anunciando

trastero y comenzó

inminente tormenta

la vecina

—Evi, ¿has vuelto?—

tanto

enviarle dinero a mi nieto

pasó un

y vio que era

naturalidad. —Señora, no debe dar el código de verificación a

La anciana estaba ansiosa.

entró una llamada

masculina con un acento poco

Es un mensaje de texto con

—Creo que

—¡Espera!—

pantalla y colgó con un

abuela se

Si cuelgas, ¿qué será de mi

eso es

no podía creerlo,

que mi nieto estaba en la comisaría, si no envío dinero,

Evrie sugirió.

comisaría para verificar, ¿le parece? ¿Primero hablamos con el señor

anciana dudó. —¿Eso se

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255