—No te preocupes. — le dijo ella, —Puedo cuidarme sola, mira, ¿no he estado bien durante estas dos semanas? —

Farel bajó la mirada ligeramente.

—Me alegra que estés bien. —

Tras decir eso, su teléfono comenzó a sonar de nuevo.

Farel le echó un vistazo al número en la pantalla y su expresión se volvió un poco más seria al contestarle.

—¿Qué sucede? —

Parecía realmente ocupado. Le hizo una señal a Evrie y entró rápidamente tras desbloquear la puerta con su huella digital.

Evrie observó cómo su silueta desaparecía en la puerta y suspiró aliviada, llevando su silla de vuelta a su lugar.

Había querido entregarle esa tarjeta de memoria.

Parece que tendría que esperar hasta que él estuviera menos ocupado.

Al volver a la cama, apenas se había tumbado cuando su teléfono vibró.

Un número desconocido le había enviado un mensaje.

Lo abrió sin pensar y una imagen de una vista aérea desde una gran altura apareció en pantalla.

Parecía ser la cima de un edificio muy alto, con varios pisos debajo que daban vértigo al mirarlos, como si estuvieras a punto de caer.

Feliz Navidad, aquí tienes un regalo.

Al ver esas palabras, los dedos de Evrie se tensaron súbitamente.

Era él.

Había vuelto.

Su respiración se aceleró, luchando por mantener la calma.

Tal vez la cercanía de Farel hizo que su miedo disminuyera un poco.

Farel había vuelto, y Leandro había aparecido.

¿Podría ser… que él temiera que Farel descubriera algo?

Evrie bajó la vista, como si estuviera pensando en algo.

la mañana siguiente,

llegó al sitio de construcción del

día de

la tarde podrían irse a

del proyecto ya se habían ido, solo quedaban algunos ingenieros realizando la

Linda también estaba allí.

datos de topografía al cliente, y esa persona era

todos aquí,

siendo fría

bien, y Evrie

y los examinó con

no estaba contenta al verla así, sentía

causa de ese lugar, y mientras Evrie ahora era una gran

el mundo era injusto

un gran desequilibrio

entonces, el teléfono de Linda sonó y ella levantó la

al sexto piso? Está

y dio media vuelta para

esqueleto y está cerrado, no se

—También soy diseñadora, en cuanto a experiencia, tengo más que tú.

seguro y que nadie debe ir,

Linda le molestaba la

mano y se

cómo se alejaba del lugar de trabajo y desaparecía en la entrada

la

abrió y varios hombres

eran altos y fornidos, todos estaban vestidos con chaquetas negras discretas y formales,

hombres, mostrando cortesía

es el museo que montó el hijo de Amir Pinos?

—Sí. —

lado, respondiéndole

pasado un tiempo y ese mocoso

él no hizo mucho esfuerzo.

la fachada sin cambiar

líder lo miró —Tú sí que hablas directamente, ni siquiera le das una

lo merece, la diseñadora sí

Evrie salió con unos documentos en

con la mano y le dijo: —Ven aquí.

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