Capítulo 14

La enfermera limpió la herida de Keyla con desinfectante, lo cual le produjo una picazón y provocó que soltara un suave grito. Al

escucharlo, Morgan se acercó rápidamente y le preguntó preocupado:

-¿Cómo estás?

-No te preocupes, solo es una herida leve -respondió Keyla mientras se preocupó —. Morgan, ¿cómo está tu hombro? Deja que el médico te revise lo antes posible.

El hombro de Morgan había sido golpeado por un pedazo roto mientras la protegía. Pero, Morgan no prestó mucha atención en su herida, solo respondió:

-No hace falta.

Sin embargo, al ver la palma herida de Keyla, le dio algunas instrucciones con preocupación:

-Antes de que la herida se cure, no la mojes. Si se infecta, podría empeorar la situación. Ordenaré que alguien te cuide más tarde,

Puedo cuidar de mí misma, Morgan. No necesitas tratarme una niña -respondió Keyla.

Cira solo los observaba fríamente. Los sentimientos de cansanc decepción en estos tiempos se habían acumulado como un mar frustración, las olas la habían inundado por completo…

Qué vida tan aburrida…

Cira intentó apoyar su pierna herida en el suelo. Sin embargo, al ponerse de pie, sintió un dolor punzante que se extendía desde el pie hasta lo más profundo de su corazón.

+25 BONUS

Estaba casi incapacitada, y Morgan nunca se había preocupado por ella, pero Keyla, con solo una pequeña herida en la palma, recibía miles de atenciones. Al pensarlo, Cira soltó una risa fría.

no quería seguir aguantando eso,

a Keyla:

de que no

también quiero ayudarte… El accidente de hoy es demasiado grave… No

no podía inventar una mentira para ayudarla. Cira entendió muy bien

mover los cables con tus

la interrumpió

veces vas a hacer

Keyla lo reconfortó:

solo está confirmándolo conmigo. ambas tenemos responsabilidad en este asunto. Tú tienes la de haber movido el cable, y yo tengo la de no

el ceño y

tienes responsabilidad en este

lo que necesitaba era precisamente la respuesta afirmativa de Keyla.

+25 BONUS

has mentido, Keyla, ¿ cómo te disculparás

quería decir, pero Cira continuó

apostamos

había provocado el tema

se enfadó y reprochó:

¡Todo ya está

la mirada en Keyla y

¿no es así? O sea, ¿ quieres admitir que has

un poco desconcertada. En el pabellón

fábrica, los compañeros de la empresa, así como los médicos

de atención. Si realmente no se atrevía a apostar, la credibilidad de sus palabras se vería seriamente afectada. En ese

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