Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria

Capítulo 72

Morgan tenía mejor habilidad que el entrenador, llevándola a toda velocidad por el mar. El agua salpicaba a Cira en la cara, impidiéndole abrir los ojos. ¡La adrenalina se disparaba directamente!

-¿Te diviertes?

Viendo lo emocionada que estaba Cira, Morgan bajó la cabeza, movió la garganta y le dio un mordisco en el cuello.

Instintivamente, Cira encogió el cuello. Estaba tan emocionada que su corazón latía a toda velocidad, sin tiempo para preocuparse por las acciones de Morgan, ni para responderle.

Pero realmente se estaba divirtiendo.

¡Mucho!

Incluso descubrió que se estaba enamorando de esta sensación emocionante de separar cuerpo y alma. En ese instante, no pensó en nada más, desde los dedos de los pies hasta los mechones de cabello, solo sentía una palabra.

¡Increíble!

Morgan le preguntó perezosamente: -¿Quieres que avancemos más rápido?

Los ojos de Cira brillaron: -¿Puede ser más rápido aún?

Morgan sonrió maliciosamente, apretó el acelerador y llevó la velocidad a otro nivel, dejando atrás a otros motos acuáticas en el proceso.

El mar se extendía infinitamente, abrazando toda la euforia. Cira no pudo contenerse y gritó: -¡Ah!

Morgan solo se rió, mostrando cierta indulgencia en su mirada.

durante más de una hora antes de regresar al barco. Las piernas de Ciral quedaban sin fuerza, apenas podía mantenerse de pie.

dejé así en la cama, pero en la moto sí lo he logrado.

no pudo

la cubierta. No le importó

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estábamos observando. desde atrás y temíamos que

le dio importancia: -A ella le

parece que hoy has hecho que

se recuperó y pensó que era solo diversión, ¿cómo podría ser considerado. romper una abstinencia?

planeaba buscar clases de entrenamiento de eso cuando regresara. Estaba

con el viento en la cubierta, es fácil resfriarse. algunas personas con toallas grandes se acercaron y

voz y se volteó para ver, resultó que era…

arrojó sobre ella, luego

nos encontramos

parecía un gato empapado mientras lo miraba con los ojos bien

siempre estoy encerrado en el campus como un ratón de

de Morgan para llamar su

se acercó, levantó a Cira desde la cubierta y habló con un tono ni frío ni cálido.

estaba empapada por dentro y por fuera, ya se sentía fría. Como tenía que regresar

despidió cortésmente de Marcelo: -Profesor Sánchez,

-Sí, hasta luego.

Cira se fue, Marcelo también se puso

a Morgan. -Señor

señor Sánchez es

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