Capítulo 0210

Cira levantó sus ojos con serenidad, calmada y compuesta. -Señor Zúñiga, usted ha confundido a alguien, no soy la Mila de la que habla.

–Oh, me equivoqué -admitió Joaquín, fingiendo una súbita realización, y levantó el pulgar en señal de aprobación. La señorita López no es Mila, es una buena ciudadana que proactivamente proporciona pistas a la policía. Por una palabra suya, mi bar ha estado cerrado para reorganización hasta ahora.

Cira mantuvo su expresión imperturbable.

Joaquín no pudo intimidarla y, con una risa fría, se volvió hacia Morgan: -Ya que el señor Vega nos honra con su presencia, permítame ser su guía. Conozco este lugar mejor que nadie.

Morgan respondió: -De acuerdo.

Joaquín, al ver que no había sorpresa ni precaución en el rostro de Morgan, sintió que nuevamente era menospreciado.

Tras chocar con muros consecutivamente, giró la cabeza y regañó: -¡ Malditas bestias! ¡Lárguense! Han asustado a los invitados.

Los perros, que estaban listos para atacar, inmediatamente bajaron las orejas, ladraron un par de veces, replegaron sus colmillos y garras, pero no se fueron, y continuaron merodeando a su alrededor

Joaquín guió a los visitantes alrededor del pueblo, presentando el lugar.

Cira y Marcelo caminaban juntos. De repente, él le preguntó: -¿El secuestro que sufriste en el bar esa noche fue instigado por este hombre?

Cira frunció los labios: -Sí.

empujó sus gafas hacia arriba. Incluso con los lee cubriendo sus ojos, no podia ocultar la

plagados de mosquitos. Emilia, con una falda corta que revelaba sus piernas pálidas, había

agarrando la manga de Morgan, se quejó: -¿Ya terminaste de ver, hermano Morgan? No hay

había ignorado a Emilia. Su comportamiento, siempre dispuesta a agarrarlo, le causaba cierto

y porque ella era la mujer que Cira había encontrado para él. Quería ver

ahora yer a

le resultaba molesto, y naturalmente no le

la señorita Sánchez no está a mi lado. Si ya no quieres trabajar, informa a tu supervisor. Si quieres irte,

el labio: -Hermano Morgan, no eras tan frío

tú tampoco eras tan irrespetuosa.

culpable mordió su

una confirmación y pisoteó el suelo enojada: -¡Sabía que ella era

y corrió hacia Cira, y sin decir una palabra, la

vas y hablas mal

ser empujada, pisando algo en el

atrás, respondió a Emilia: -¿La señorita Sánchez se

aún más y, señalando

el

para decir algo, pero los perros que los habían estado rondando, de repente

a reaccionar, los perros, como si estuvieran enloquecidos,

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255