Capítulo 0358

Te presto mi habitación para trabajar Dame tu mano.

dijo Morgan acercándose a ella.

Ei vivia en la suite del último piso donde la velocidad del internet era más rápida que en su habitación, ¿qué tan importante sería su trabajo para hacerlo ahí? Cira dudó, pero extendió su mano.

El dejó caer dos pastillas blancas en ella.

Son pastillas para dormir, tómalas y duerme.

Cira apretó su mano: -Dormiré… señor Vega, mejor vuelve a tu habitación.

Morgan la miró con una expresión cansada y desordenada, y de repente, sin previo aviso, besó sus labios.

-¡Qué!

Cira se inclinó hacia atrás inmediatamente.

Morgan sujetó su nuca firmemente, impidiendo que se escapara, intensificando el beso. Cira respiraba irregularmente, empujando torpemente su pecho, incapaz de evitar emitir un gemido sofocado: -Mmh.

Morgan mordió su labio inferior suavemente, luego la soltó. Cira se apresuró a envolverse en su manta, rodando hacia el interior de la cama, mirándolo con precaución.

Morgan no la siguió, sosteniendo tranquilamente su vaso de agua, solo su voz sonaba un poco ronca. -Ahora te pareces a como estabas hace tres años, cuando te recogí.

En aquel entonces, ella era así, temerosa e insegura, incapaz de comer o dormir, escondiéndose en un rincón, temblando de miedo.

Como un gato callejero.

parpadeó, recordando

aparecer, que la secuestraran, la vendieran a un burdel, donde sería violada, golpeada brutalmente, incluso desfigurada, y si desapareciera, nadie lo sabría.

como su única salvación, esforzándose en complacerlo,

10

+15 BONOS

a besarle, usando sus escasas habilidades para intentar ganarse

aún no hubiera avanzado, que aún dependiera

-Ta no

tanto para ella como para él: soy la de hace tres

leve sonrisa. Más te

solo pastillas para dormir comunes, ¿quieres

momento, Cira se arrastró hacia él, tomó el vaso de su

necesitaba un sueño, para reiniciar

-Estaré afuera.

salió y cerró

a oscurecerse, Cira miraba la puerta, ¿por qué sentía

Tierno.

palabra, un día, estaría asociada a este hombre frío.

el efecto de la medicina, cerró los ojos rápidamente.

más de las dos de la madrugada cuando se durmió, pero a las ocho en punto, su reloj biológico

efecto claro, Cira se sentía

ansiosa.

ropa, solo era viernes, todavía tenía que

salió de la habitación, escuchó en la sala la voz de Helena

frase que escuchó hizo que la sonrisa en la esquina de su

suicidarse

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