Capítulo423

Cira se fue de la Costa Bella al día siguiente, y no dejó que Morgan la acompañara. En su lugar, quedó con Isabel para almorzar al mediodía.

Mientras se maquillaba, Morgan se apoyó en la mesa de tocador y la observó. Su tono reflejaba cierta insatisfacción por haberlo dejado para tener una cita con otra persona: -¿Tu relación con Isabel es tan buena ahora?

Cira se estaba maquillando las cejas.

-¿Qué sucede? Al señor Vega la molestó que me lleve bien con el profesor Sánchez y el señor García, ¿y ahora también le molesta que tenga una buena relación con la abogada Martínez?

Morgan realmente se sentía incómodo al respecto. Escogió un lápiz labial que coincidía con su maquillaje, levantó su barbilla y comenzó a aplicárselo: -Ellos han ocupado el tiempo tuyo que originalmente me pertenecía. ¿No puedo quejarme un poco? Cariño, no seas demasiado estricta conmigo.

Cira no pudo evitar sonreír, él se inclinó hacia ella y también sonrió: si no, no lo puedo hacer bien.

-No te rías,

Él estaba aplicando el lápiz labial con concentración y detalle, mientras Cira lo miraba sin pestañear.

Esa era la segunda vez que él le ayudaba a aplicarse el lápiz labial. La primera vez fue en el crucero de negocios. En ese momento, ella pensaba que él era tan hábil porque debía de haber ayudado a Keyla muchas veces.

Ahora, ella le preguntó en voz baja: -¿Quién te enseñó a aplicar el lápiz labial?

Morgan terminó de aplicar el lápiz labial, difuminando los bordes de sus labios con la yema del dedo, diciendo: ¿Necesito que alguien me lo enseñe? Es algo que puedes aprender con una solo mirada,

Sí, así era él, a Morgan le resultaba fácil hacer cualquier cosa.

qué tal

dio una alta valoración:

despreocupadamente la tapa del lápiz labial

maquillarse con tiempo y no quería que él arruinara su

+15 BONUS

nuca, impidiéndole escapar.

Vega siempre era un «

fuera porque Cira lo apartó con determinación, lo más probable era que él

un juego de llaves de

tomó las llaves, se levantó para irse, pero Morgan le agarró la muñeca con una expresión apuesta y atractiva, con cejas hermosas y una

tal vez tenga que acompañar

pensó un momento y dijo: -¿Qué te parece si

cuándo le conviene al presidente Vega, de todos modos, no tenemos

Morgan afirmó.

intentó irse por tercera vez, dio dos

esbelta figura se apoyaba en el mostrador: -¿

lo ignoró y cambió sus zapatos antes de salir.

repente se volvió

sev

un automóvil

al restaurante, donde Isabel notó de inmediato:

cara y no pudo evitar sonreír: -¿Es tan evidente?

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