Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido

Capítulo 184

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Lo que parecía una tarea sencilla, Pedro rompió el rodillo de amasar de un solo golpe, aplicando demasiada fuerza.

-Si aprietas con más fuerza, podrías romper la encimera–bromeó Bella-. Olvídalo, deja eso. Aplasta la masa que ya he aplanado, añade el relleno y luego dóblala.

Pedro le lanzó una mirada a Bella pero no dijo nada, y procedió a aplicar el relleno en la masa como ella indicó.

Sin embargo, sus movimientos eran torpes y desiguales, dejando el relleno demasiado grueso en algunos lugares y demasiado delgado en otros. Cuando intentó doblar los bordes de la masa, casi la rompe.

-¡Detente! -exclamó Bella, frustrada-. Eres un desastre. Mejor sal de aquí. Solo estás entorpeciendo. ¡Temo que la abuela no pueda comer hasta el mediodía si sigues así!

-¿Te atreves a llamarme un desastre?-respondió Pedro, irritado por sus continuas quejas.

te consideraria un desastre? Parece que antes ella había imaginado a Pedro como alguien perfecto y capaz de hacer cualquier

vez no se

arrebató el rodillo de amasar y le ordenó: -Tú quédate quieta,

podía soportar

acuerdo! Estaré esperando tus resultados–respondió Bella, contenta de tener tiempo libre–¿Te ayudo

con

que si ensuciaba su ropa, tendría

y no permitir que Bella lo menospreciara, pero en la

el panqueque, pero su grosor era irregular y en algunos lugares

contener la risa ante eso. Tomó el panqueque y lo sostuvo frente a ella, mirando a través del agujero. Señorito Romero, ¿crees que mis ojos son grandes o es este

su rostro se volvió serio y extendió la mano para recuperar el panqueque y

masa y Pedro terminó agarrando su muñeca, tirando de

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su pecho y Pedro

dura de Pedro mientras él la envolvía por completo en

que en la punta de la nariz de Pedro había un poco de harina blanca.