Capítulo 86

Abanicándose con la mano, Melody sintió que el calor no solo no disminuia, sino que se intensificaba, embistiéndola como una ola.

Aunque las noches de principios de otoño deberian ser frías, Melody estaba ruborizada, con la cara enrojecida, y poco a poco, le costaba mantenerse en pie. Apoyada en la pared, respiraba hondo una y otra ve

vez.

De repente, se dio cuenta de que algo había estado mal con la cena que acababa de comer.

¿Pero qué era exactamente lo que hábia fallado?

¿Por qué los demás estaban bien y solo a ella le pasaba esto?

Una idea cruzó su mente y Melody lo entendió: jel jugo de naranja!

Seguro que Alonso había metido mano en ese jugo, porque a excepción de ella, cualquier otro plato podría haber sido compartido. El jugo de naranja, en cambio, solo lo había bebido ella, y Alonso había estado muy atento rellenándoselo desde el principio.

que mientras le servía

la droga estalló en su cuerpo sin previo aviso, causándole mareos y haciendo que

Calor… mucho calor….

un hombre acercándose a ella en estado de pánico, con una voz profunda pero preocupada, -Melody, ¿qué te pasa?-

Era Thiago…

en sus brazos. Respirando agitadamente, se esforzó por articular, -Alonso…

Melody en brazos y la metió en el asiento trasero del coche. En medio del caos, Melody

a Thiago hacer una llamada, seguramente a un médico privado. Melody, recostada en el asiento de cuero trasero del coche, encontró reconfortante el roce del material en su piel y,

temblorosas, le dijo, -Tranquila, te llevo a mi casa

solo aguanta

ojos enrojecidos por la fiebre y el cuerpo ardiendo, tenia

preguntó temblando, -¿Fue… Alonso?-

un cruce, -Parece que

de

a su casa, y al bajar del auto con Melody en brazos,

cuerpo temblaba en

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