Capítulo 98

Una sola persona acusando puede estar equivocada, dos podrían haber sido compradas, pero con tantos testigos en el lugar, si realmente quisieran sobornarlos, bastaría con que uno no fuera comprado para que los testimonios no coincidieran.

Que todos coincidieran en sus declaraciones indicaba que no se habían equivocado. De lo contrario, era inconcebible… ¡Alguien había tramado sobornar a todos en el centro comercial!

Pero en aquel momento, el lugar estaba lleno de gente yendo y viniendo. Si se les pasaba uno solo, aparecerían errores y pistas, a menos que esa persona tuviera una memoria fotográfica capaz de recordar cada rostro y tuviera un poderoso respaldo para rastrear los detalles de todos los que entrabant y salían de la tienda para sobornarlos.

Pero incluso hoy en día, ni él ni Briar podrían lograr eso.

En un lugar con tantas personas entrando y saliendo cada día y a cada minuto, un soborno simultáneo era prácticamente imposible, por lo que esa posibilidad era casi nula.

Entonces solo quedaba una opción: realmente habían visto a Melody empujar.

Thiago sacudió la cabeza, como si tratara de convencer a alguien, -Imposible… ¿cómo pudo suceder

esto?

finalmente

la verdad habia vuelto

años, investigar sería tan difícil como escalar

a medianoche. Se despidieron en la puerta del Club El Tigre y se fueron por caminos separados, pero todo fue capturado por una persona misteriosa que acechaba en las

Yelamos y a Sr. Thiago Faure salir-, informó

que alguien ya no puede mantener la calma… Cuando

de cy recordando la mirada indiferente que el chico le había dado

vio a alguien

estaba dormida al lado de la cama de Eric. Madre e hijo dormían tranquilamente, uno al lado del otro, y la defensa habitual de Eric era indetectable en su sueño.

en la puerta, observándolos por un largo rato, antes de regresar a su habitación como si de repente volviera en sí, frustrado, apoyando la

el baño, pero su mente estaba llena de la escena que acababa de presenciar. Melody se había quedado a pasar la noche en casa de los Yelamos, aunque probablemente fuera un accidente… Briar cerró los ojos con serenidad, las

Capitulo 98

su nariz

sensual como el de un supermodelo. Se inclinaba hacia adelante, mostrando una espalda musculosa y fuerte, el agua recorria su estrecha cintura y bajaba por sus piernas

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