Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 113

Una sensación extraña y entumecedora recorrió el cuerpo de Melody justo en ese momento, sintiéndose humillada mientras intentaba rebelarse, pero Mateo la sujetaba, su voz mezclándose con el sonido fresco de la lluvia llegaba a sus oidos, sin un ápice de sentimiento, -Vamos, ¿no deberíamos crear un buen recuerdo ahora que ya hemos expuesto nuestras heridas?-

-¿Así que solo te acercaste a mi?- gritó Melody, sin poder creerlo.

Mateo soltó una risa traviesa, -Ah, te conmovi con mi historia, ¿no es así? Lo siento, quizás soy demasiado buen actor, ¿qué me dices, señorita Melody?-

Empujándolo con indignación, las manos de Melody temblaban a su lado. Penso que él era como ella… pero al final, ¿qué? ¡Todo resultó ser una actuación!

Riendo con sarcasmo, Melody se reprendió a sí misma por haber bajado la guardia y compartir sus sentimientos con un completo extraño. Se lo merecía.

Retrocediendo unos pasos, sabía que no podía irse asi, salir a la lluvia en esas condiciones… estaría tan empapada como si no llevara nada.

de urgencia, Mateo observó con cierta satisfacción cómo ella se debatia en su dilema. Sabía que esa mujer solo rechazaba en la superficie, y de todas formas, salir asi sería

como si hubiera visto algo impactante, sus ojos azul-verdes brillaban con

-¡Melody!-

su nombre y extendió la mano para atraparla, pero en un instante, la mujer ya

corriendo.

risa se mezclaba con el sonido de la lluvia, lanzándole un desafío, ¡Mateo, querías aprovecharte,

eso era lo que él pensaba, pero…

perdía en la lluvia, y la camisa que llevaba se pegaba a su cuerpo por el agua, insinuando algo más que su

atrás! ¡Ni siquiera

Maldición, ¿cómo podía elegir ella hacer algo así? ¡Cualquier habría elegido

que colgaba cerca, estaba ya seco aire acondicionado, y como una flecha, se lanzó a través de la lluvia tras de Melody. La alcanzó en unos pocos pasos y la atrapó con fuerza, su voz estaba tan fría que causaba escalofrios, -¡Estás loca! ¿Corres afuera para que todos

instante, el mundo perdió su color y todo quedó en silencio, solo ella reía, con el rostro cubierto de lágrimas o lluvia, ya no importaba. Pero