Capítulo 144

El rostro de Briar cambió en un instante, y Melody se cubrió el pecho, riéndose de su propia locura.

Briar, el dolor que llevo dentro es algo que tú jamás podrías entender, ni siquiera intentas hacerlo.

Si pudieras comprender aunque fuera una minima parte de mi sufrimiento, ¡nunca me habrías empujado a este extremo!

Melody se dio la vuelta para seguir su camino, pero en ese momento Briar vio por el rabillo del ojo que uno de sus hombres se acercaba en coche y le grito, ¡No te muevas!-

Melody apenas iba a dar un paso para huir cuando la voz de Briar, llevada por el viento, le llegó a los oídos como un cuchillo que la partía en dos.

-¡No dejen que escape! ¡Atrápenia!-

Melody se sobresaltó, y al levantar la vista, se dio cuenta de que en algún momento se habían rodeado. de autos negros. Retrocedió un par de pasos, pero no había salida, ¿Cuándo habían llegado? ¿Quiénes eran esas personas?

Los secuaces de Briar la inmovilizaron de nuevo, y esta vez, rápidamente le taparon la boca con un trapo para evitar que los mordiera, o peor, que se mordiera la lengua en un intento de suicidio.

Inmovilizada de pies y manos, las lágrimas ardientes caían por su rostro mientras temblaba, sintiendo que una vez más iba a ser arrastrada a esa oscuridad donde estaba aislada del mundo.

La subieron al coche y esta vez, a su izquierda y a su derecha, había hombres vigilándola. Briar bajó de su auto, le lanzó las llaves al conductor y tomó asiento en la silla del copiloto de la camioneta donde estaba Melody.

través de sus ojos empañados por las lágrimas, vio el rostro refinado de Briar, que estaba frío como un demonio infernal. Él le sonrió con desdén: -Si

nos habríamos ahorrado

de su debilidad e

llevaba cada vez más cerca

después, Melody regresó a la casa de los Yelamos, pero esta vez, Briar no la celda oscura, sino que la llevó a

boca y Melody respiraba entrecortadamente. -¿Qué es lo que quie preguntó con

y sin querer sus ojos se posaron en la herida de su pierna. Llamó a su sirvie luego un médico entró con un kit de primeros

acata. Esa es la actitud de alguien

¿qué esperas ganar

no podia competir con la

Y tú? Actua

pasión e impulso, pero hay otras en las que ni

sintió un frio en la pierna y se estremeció involuntariamente, pero alguien la sujetó

su herida con algodón empapado en

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Capitulo 144

cubrirla con vendas

que Briar mostraba en ese momento era como

te haces el b no

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