Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 198

La expresión de miedo en los ojos de Eric no le pasó desapercibida a Mateo, que sintió una punzada de pena por el chico frente a él. Su madre había sido forzada a separarse de él, viviendo en una casa dónde ni el padre lo quería ni la madre lo cuidaba, y encima con una Nadia que parecía quererlo muerto. De verdad que la vida de los niños en las grandes casas no es nada fácil.

-Ay, si no quieres hablar de eso, no importa, pero dime, ¿qué planeas hacer cuando salgas del hospital? ¿Escapaste solo?-

-Fui secuestrado… Eric tardó un buen rato en explicarle toda la situación, y al escucharlo, Mateo retrocedió un poco, -Ya no me atrevo a llamarte ‘cabrito, jeres un lobezno! Con esa determinación y esa frialdad, ¡hasta a tu padrino aqui le da escalofrio!+

-¿Acaso te estás aprovechando de la situación?- Lucas entró justo a tiempo para soltar esa queja, -¿Cómo que ya te autoproclamas su padrino?-

Mateo rodó los ojos, -Ojalá pudiera ser tu padrino también-

-¡Ni lo sueñes! Lucas le replicó entre risas, -No estoy en venta, Sr. Mateo, asi que no lo pienses

-Como si me interesara. Ven acá, mocoso, mira la ropa nueva que tu padrino te compró-

Mateo había comprado algunas ropas nuevas para Eric y las habia colocado sobre el sofá al lado. La habitación del hospital era espaciosa y, al entrar, Lucas sacó una mesa plegable que estaba detrás de la puerta, cargando un montón de comida para llevar

te la rifaste!

le respondió Lucas con una sonrisa. -Bastante carne, ¿puedes comerte todo eso?-

ser más joven, Lucas tenía un aire más suave, y Eric lo veía como

exclamó Eric

llevó la mano al pecho, fingiendo estar herido, -¿Cómo que sí? ¿Por qué me llamas ‘Sr. Mateo’ y a él,

dijo con claridad, ¡Es que

miró a Lucas de arriba a abajo, -No veo en

Eric asintieron en silencio.

soy viejo?- Mateo lanzó un quejido dramático. -Estoy acabado, Lucas, ¿su hospital tiene un departamento de cirugía estética? Pongame unas inyecciones de esas que

de Eric, extendiendo toda la comida sobre ella. Lucas entonces le dijo, -Tienes que cuidar esa herida, para que no se vuelva a abrir.

sopa-

-¡Gracias, Lucas!-

quejó Mateo con un

-Sr. Mateo-

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