Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 223

Melody llevó a Eric de nuevo a la escuela al día siguiente para inscribirlo formalmente. Eric estaba emocionado, había comprado una mochila nueva y tenía todos sus útiles listos. Observaba a Melody gestionando los papeles con los directivos de la escuela, el chico estaba de pie al lado, con la mirada llena de ilusión.

-Eric, en unos días empiezas clases, tienes que tomartelo en serio, ¿sí?– Melody pagó la matrícula de Eric y luego lo llevó a dar una vuelta por la escuela. Al volver a casa por la tarde, Eric todavía parecía no querer irse. -Mami, ¿voy a quedarme interno o voy y vengo todos los día.

-Tu mami te va a traer y llevar,– le respondió Melody con una sonrisa. -Eres muy pequeño todavía, me preocuparía si te quedas solo por ahí- Lo que más le preocupaba era que si un día aparecían Briar y su gente, y ella no estuviera a su lado.

Al llegar a casa, para su sorpresa, Trey estaba despierto, vestido con camisa y pantalón de traje, con una lata de refresco y recostado en el sofá, mirando su celular, se le veía con un aire bastante hogareño.

Melody siempre había pensado que Trey era de los que podían encerrarse un mes sin problema, si no fuera por el trabajo, podría pasarse los días durmiendo.

Al oírlos entrar, Trey levantó la vista y les echó un vistazo. Eric saltó hacia él y exclamó, -¡Tío Trey, ya voy a empezar a estudiar!–

Trey agarró una caja de al lado y se la ofreció, -Aquí tienes, tu regalo—

Así que por eso estaba despierto hoy y vestido así, había salido a comprarle algo.

la caja con

en su caja. Eric

y le dijo, -El precio de esa

cara…-

celular. -Lo importante es que a él le gusta, ¿por qué te

algo fría, pero pensándolo bien, lo que realmente quería decir es que lo

al ser dicho por él sonaba a sarcasmo.

de verdad al tío Trey, ahora podrás

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Capituro

esa vieja

oír eso, Melody le dijo, ¡Claro que sí, cámbiala ya! ¡Vamos a ponerle tinta ahora

Sr. Briar, pero mantuvo su usual actitud de indiferencia y no dijo nada más.

la escritura. Melody se

una pluma, después de todo, es dinero que has ganado

hacia ella, -Antes no me había dado cuenta de lo buena que eres para ser una esposa