Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 242

Briar se enteró de que Mateo habla enviado un pastel a Melody por la tarde, entre las tres y las cuatro, y se molestó al instante. Preguntó a su asistente: -¿Qué le mandó a Melody?–

Diego respondió: -Compró unos pasteles en Harina & Mantequilla y se los envió a la señorita Melody y a sus colegas-

Briar guardó silencio un buen rato y luego dijo: -Tú también compra algunos y envíalos-

Eso es claramente estar interesado en alguien… Diego acababa de asentir cuando Briar lo detuvo: -¡Espera!–

Diego se giró, mirando a su jefe con curiosidad.

-Yo…- Briar mostró una expresión sospechosa en su rostro, como si tuviera algo atragantado pero necesitara decirlo. Finalmente, golpeó la mesa y exclamó: -¡No te preocupes, yo mismo iré a comprarlos!–

-Oh- Diego estaba a punto de retirarse cuando Briar añadió: -¡Y yo mismo los llevaré!–

Diego miró al cielo en silencio, pensando: ve tú, yo no te detengo.

Veinte minutos después, un hombre vestido de traje apareció en la tienda Harina & Mantequilla, alto y erguido, con un rostro serio y las manos en los bolsillos, esperando en silencio su turno. Su presencia no era la de una persona común, y pronto la gente alrededor comenzó a murmurar: -¿Quién es ese hombre?–

-Dios, qué guapo, ¿será una gran estrella?–

-Me parece familiar, creo que lo he visto en alguna revista-

-Vamos, siempre dices que los guapos te resultan familiares-

Briar chasqueó la lengua con impaciencia, y ese sonido, ni fuerte ni suave, se expandió por el lugar, haciendo que todos se callaran de golpe.

Todos pensaron: ¡Dios mio, qué miedo, ya no nos atrevemos a hablar! Es como cuando el jefe nos regañaba.

Cuando llegó su turno, Briar señaló directamente al mostrador: -Dame una de cada uno de sus especialidades-

de

puso

gran bolsa de pasteles cortados en pedazos y la camarera lo vio alejarse:

un hombre tan guapo seguro que

de Cupido‘, y hay un

él-

a la empresa de Melody en su coche, y en ese momento dudó

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Capitulo 242

un impulso, no sabla por qué había comprado pasteles y llegado al edificio de su empresa. Aunque ese edificio era parte de su imperio inmobiliario y podía entrar con la cabeza en alto, siempre se comportaba como un ladrón, con el

Briar tomó la bolsa que tenía

ascensor.

cuando la recepcionista

sobresaltó: -¿Dario?–

es él- Ángel, fijando su mirada en la computadora, dijo: -Darío es solo el principal accionista de nuestro estudio de

¿Briar?

lo que

chisme sobre una relación pasada con Briar, y ahora no podía mostrar

mantener la

caer la bolsa con

Todos se sobresaltaron.

ojos: -Jefe… ¿esto es…?– No sería que había venido a cobrar el alquiler, si ya hablan pagado

palabra con

no quiso decir ni una palabra más y se dio la vuelta para irse, su silueta desapareció rápidamente de la oficina como el

se fue rápidamente y el grupo todavía estaba atónito, sin reaccionar a lo

pasar.

de aire frio, -¡Melody, tú… has sido consentida