Capítulo 73
Carol se lo pensó bien y dijo:
“¡Si no lo dices tú, lo haré yo!
La primera vez, fuiste tú quien mando a alguien a llevarme al hotel, aunque fue para preguntarme por lo de rayar tu carro, al final fuiste tú quien me buscó primero. Si no me hubieras buscado, ni siquiera sabría que existes.
La segunda vez, estaba caminando tranquilamente por la calle, y otra vez mandaste a alguien a llevarme, me capturaron y luego me soltaron.
La tercera vez, fui al bar a vender tragos y te encontré por accidente. Esa vez si te molesté primero, pero fue para callarte la boca, no quería que le contaras a Morgan sobre mi verdad.
La cuarta vez, Morgan me sacó de la puerta del hospital y tú apareciste de repente, y eso llevó a lo que pasó después.
La quinta vez, te busqué yo porque tu abuelo de repente me encontró, me dijo unas cosas muy raras y me dio cien mil pesos de la nada. Fui al hospital a buscarte para devolverte esa plata, y aparte quería ver cómo estaba Miro, el tiene la misma edad que mi hijo y me duele verlo asi.
La sexta vez, que es esta, si me metí en tu camino primero, pero juro por el cielo que no fue a propósito, ¡no sabia que estabas en ese salón privado!
Si he mentido frente a ti, que Dios nunca me perdone, que me caiga un rayo y no tendré una muerte tranquila.”
Aspen ……
Él la miraba con cara de pocos amigos y por un momento no encontró palabras para contradecirla. Carol continuó:
“Aunque pareces tener plata y eres guapo, tampoco eres el amor de todas, no todo el mundo quiere acercarse a ti con segundas intenciones.
No sé qué piensen los demás, ¡pero yo seguro que no!
Dije que me iba a ir hoy y realmente tenia la intención de irme, pero esta tarde alguien me dejó plantada. Lo que pensaba resolver no se resolvió, así que tendré qué quedarme unos dias más en Puerto Rafe, ¡pero no es el juego del gato y el ratón que tú te imaginas!
No planeo quedarme aquí, ya no me gusta esta ciudad. Me iré con mi hijo a otra ciudad, lejos de aquí, ¡lejos de ti!”
Aspen “……”
lo que tenía que decir, creas o no,
hablar y se dio la vuelta para irse.
con una determinación que no
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mirada gélida de Aspen clavada en su espalda, ella no se encogió ni
fue hasta que dobló la esquina y salió de la vista de Aspen,
salón privado y
al lado de Aspen y encendió un cigarrillo, preguntando
con esa
“……Nada.”
y no mueves un dedo para
comportamiento de hoy fue muy extraño, aunque no es que
estaba pidiendo ayuda en su territorio, eso significa
él no hizo nada, simplemente la
interviniera, definitivamente pediria a Abel
algo raro debe
de que Aspen tenía
mira, la chica apenas se fue y él ya está aquí afuera fumando con cara de
le ve
afectó su ánimo.
asi, definitivamente no
no somos mejores amigos que hasta a mí me escondes cosas? No olvides que soy un maestro en estos asuntos del corazón, en el tema de las mujeres yo
tienes? Yo te ayudo a
consejos de amor gratis, háblame, ¿qu
encontrar la solución.”
mirada gida de Aspen dat ensuedada, ella no se encogió
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