Capítulo 463

La familia Prieto se quedó perpleja, “¡¿Qué?!“.

Los tres pequeñines, igual de impactados, “¡¿?!“.

Aspen, con cara inexpresiva, alisó un pliegue en la manga de su traje y repitió: “Soy el padre de estos niños. ¿Cómo quiere manejar esto?”

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Ayla chilló, “¡Aspen, estás mal de la cabeza! ¡Ellos no son tus hijos, ¿cómo puedes ser su padre?!”

Aspen la miró, “Dije que soy su padre, y así es. ¿Tienes algún problema con eso?”

Ayla mordió su labio, sintiéndose

Su corazón se desplomó y cayó en la total desesperación. Su cuerpo se debilitó y

gritó Ayla,

de recuperarse del shock de que la reliquia familiar se había destruido, y lanzó una fría mirada a los tres pequeñines. Quería destrozarlos, pero con Aspen protegiéndolos, no se atrevía a levantar un dedo. Sólo pudo dirigir su furia hacia los criados de

familia Prieto se arrodillaron uno por uno. Incluyendo al mayordomo de

no se atrevieron a ocultar

¡fue idea de la

enojada, quiso darles una lección! Entonces hizo que el veterinario del rancho le inyectara un estimulante a los caballo, jexactamente para que se

el incidente, sino que también fueron

lamentamos nuestro error. No debimos haber dejado que la

esto, Ayla le dio una bofetada a la doncella, “¡Mentirosa! ¡Te he cuidado durante

y no

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