Capítulo 681

El asistente de Nathan quedó totalmente desconcertado, sorprendido y halagado a la vez, sin entender la situación.

Después de todo, conocían la identidad de Aspen y lo hablan visto varias veces, pero, jera la primera vez que él se acercara a ellos para iniciar una conversación, y encima sonriendo!

Aspen no solo dejó atónito al’asistente de Nathan, sino a todos los que se cruzaban en su camino.

¡inició conversación con el personal del ascensor!

¡Con los familiares de los pacientes en el hospitall

¡Con los ancianos que charlaban sentados en sus sillas de ruedas en la entrada!

¡Incluso no dejó pasar a la señora de la limpieza del hospital, “La madre de mi hijo se llama Carol!”

“Ah, Carol! ¡Ella es Carol! ¡La más perfecta Carol del mundo!”

“Jamás pensé que sería ella, cómo puedo ser tan afortunado, me pregunto si en mi vida pasada salvé el mundo?!”

“¡Carol! ¡Ja, ja! ¡Es Carol! Estoy… ja, ja, ja… tan afortunado! ¡Tan feliz estoy!”

Pronto se corrió la voz por el hospital de que había un hombre alto, guapo y grande que parecía haber perdido la razón, mencionando a ‘Carol‘ a todos y riéndose tontamente cada vez que lo hacía.

Los ancianos se compadecían,

“Tan guapo y joven, ¿cómo es que perdió la cabeza? ¿Qué le habrá afectado tanto?”

Incluso hubo quien sugirió al hospital que deberían llevar a Aspen al departamento de psiquiatría para una evaluación.

atónito al

mano de su asistente, casi saliéndose los ojos de las órbitas,

“¿Qué, qué dijiste?!”

asistente, temblando, dijo,

es la madre de su hijo, y no solo

se quedó

entonces se dio cuenta, había estado realizando la prueba de

Carol era

mío! ¿Dónde está él ahora?!”

laboratorio, dejándose puesto

y con tanta prisa que casi tropieza, pero se recuperó y

tras él, “¿Dr. Nathan, a dónde va? ¡Todavía tenemos una

si no escuchara, giró y

Después de hacer sufrir a Aspen por tantos años, finalmente le está dando dulzura! Estoy, estoy tan feliz

llenaron los

Bello está actuando

el Dr. Nathan

locura de Dr. Nathan, ¡Dios mío, el asistente también va a

quién demonios es

alegrarse por Aspen, comenzó a culparse,

pude haberme equivocado la última vez? ¡Realmente se lo culpable! Tengo

asistente, confundido, pensaba,

no se fue por sus tonterías, si no,

de su vida? ¡Eso

ese momento, Aspen estaba en su auto, golpeando el volante

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