Capítulo 745

Al caer la tarde, Carol se afanaba preparando un pastel.

Era el primer día después de reconocerse entre padre e hijos, y aunque se merecían una gran cena para celebrar, lamentablemente Laín no se sentía bien para salir, así que decidieron hacerla en la habitación del hospital.

La suite, con un costo diario de alojamiento que empezaba por las cinco cifras, estaba naturalmente bien equipada.

Era como la suite presidencial de un hotel, no solo por su limpieza e higiene sino porque también estaba equipada con artículos de marcas reconocidas.

La preparación del pastel fue un esfuerzo familiar.

Laín, desde su cama en el hospital, daba instrucciones mientras los otros cinco se involucraban directamente, llenando la habitación de risas y conversaciones, creando un ambiente festivo.

Después de cenar, Aspen dijo que tenía que salir a encontrarse con algunos líderes importantes.

Algunos de ellos partían temprano al día siguiente de Puerto Rafe y esa noche sería la última oportunidad para verlos.

Los eventos habían ocurrido tan de repente ese día que Aspen había centrado toda su atención en Carol y los niños, sin tener tiempo para nadie más.

Estos líderes eran todos como tíos para él, figuras de respeto y cariño, y por cortesía y afecto, sentía la necesidad de verlos.

Carol, por supuesto, no lo dètuvo, solo le recordó,

“Fuma menos, bebe menos. El tabaco y el alcohol dañan la salud, no son buenos para ti.”

llenó de

también tenía a una mujer que le recordaba

sus mejillas coloradas,

con las mejillas aún sonrojadas, le gritó,

le sonrió tontamente. Carol le lanzó una mirada severa antes de volver a la habitación.

1/2

Capitulo 745

vio que los cuatro niños la miraban atentamente.

Carol: “¡!”

dijeron, “¡No hemos visto

aun más, maldiciendo a Aspen en su interior por

Laín, debilitado, se fue a

y Miro también se retiraron pronto a sus

dijo, “Cúbranme, voy a salir un rato

preguntó, “¿A dónde vas?”

voy a buscar a los

oír esto, Miro entendió de inmediato lo que planeaba Ledo. Ese día, en la gran casa de los Bello, no solo habían insultado a Ledo, sino también

de detenerlo; mejor dejar que Ledo liberara su frustración confrontando

cubrimos, pero ten cuidado y llámanos

Ledo saltó por la ventana, feliz de poder escaparse,

tubos.

los Bello estaban

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255