¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Capitulo 850

Capítulo 850

Ese día en Ernandia, el frío era inusual.

El viento rugía y la nieve caía sin cesar durante todo el día.

¡Pero en los corazones de Ricardo y Simone ardía una pasión intensa!

Ese día no solo era el cumpleaños de Ricardo, sino también un hito en su carrera.

Ricardo había dedicado años a la pintura, siempre trabajando duro pero permaneciendo en el anonimato, una figura casi invisible en el mundo del

arte.

Pero en su cumpleaños, recibió una invitación inesperada de su ídolo.

Su ídolo era un pintor de renombre, de técnica impecable y estilo único, además de poseer una integridad indomable.

Vivía del arte, pero nunca comprometía su obra por dinero.

Una vez, un magnate le ofreció una suma considerable para pintar a su amante, pero él rechazó la oferta sin titubear, argumentando que no pintaría por tal motivo.

Su razonamiento era directo: las amantes le repugnaban y no merecían ser inmortalizadas en su arte.

hijo criado por su propia mano. Encontrarle un dueño

podía entregar sus “hijos” a personas

opiniones sobre este pintor eran polarizadas en internet: algunos decían que era pretencioso, que solo podía darse el lujo de ser arrogante porque

argumentaban que siempre había sido así, incluso cuando era joven y sin recursos. Su integridad era innata,

pensara

Aeniz, este hombre era

tal calibre a su

Ricardo podía llevar una de sus propias obras para exhibirla junto a

Ricardo, esto era una

de satisfacción, como si hubiera logrado el

un nombre en

sentía como un caballo que finalmente había sido descubierto por un gran jinete, jestaba exultante

estaba feliz, ¡Simone también lo

de esos que van “del uniforme escolar al vestido

feliz

había esmerado todo el día en casa, preparando un pastel

rrera y sus

se maquilló especialmente, se puso un vestido bonito y sus tacones, que hacía tiempo

parcial en una escuela, pero también tenía su propio

estudio,

acordado celebrar

y los niños llegaron al estudio, Ricardo corrió hacia ellos y la levantó en brazos, exclamando: “¡Amor, lo

niños, la abrazó y giró con ella varias