Capítulo 964

Ledo se ocultaba en un rincón secreto, observando la escena dentro de la habitación, con el ceño fruncido en preocupación.

¡Era cierto que aquellos que hacen el mal no pueden encontrar paz en su corazón!

Con apenas un pequeño truco, Paulo estaba a punto de morir de miedo por el temor que yacía en lo más profundo de su ser.

Siguiendo el consejo de Miro, Ledo no confrontó a Paulo directamente, sino que colocó una gran dosis de alucinógenos en la habitación de Paulo.

Los alucinógenos habían sido colocados en su bolsillo por Miro antes de partir.

Miro también había utilizado un modulador de voz para imitar las voces de Simone y Yareni, guiando a Paulo.

Con la conciencia culpable, bajo el efecto de los alucinógenos, Paulo activó los miedos que había suprimido en lo más profundo de su ser.

Las escenas que menos deseaba ver, aparecían una tras otra ante sus ojos.

Aunque quienes le rodeaban eran simplemente los sirvientes de su casa, él veía a Yareni, a Simone, a Ricardo Aeniz, y a todas aquellas personas a las que había asesinado…

“¡Ah, ah, aaaaah!”

Paulo comenzó a gritar de pronto, como si estuviera experimentando algo extremadamente aterrador.

Los sirvientes de la casa comenzaron a temer, preguntando con rostros horrorizados al confidente de Paulo,

“¿Qué le pasa al señor?”

El confidente estaba igual de perdido, frunciendo el ceño y gritó, “¡El doctor! ¡Llamen al doctor ahora!”

siguiente segundo, Paulo, en un estado de frenesí, se arrastró hasta

cabeza

confidente, asustado,

bam, una,

de Paulo estaba herida y sangrando, pero continuaba golpeándose, como si algo lo -hubiera aterrorizado completamente, diciendo mientras

Aeniz, lo siento! ¡No debería haber violado a tu esposa, no debería haberlos humillado, no debería haber matado a su hijo! ¡Me disculpa

1/3

10:50

Capítulo 964

que fui yo quien mató a los Aeniz, admito que fui yo quien mató

les haré

a organizar que les hagan rezos todos

no te torturaré, sacaré tus cenizas de ese

de morderme, les diré dónde

casa…!”

su frenesí de confesiones, aterrorizando a su

rápidamente intentó cubrir la boca de

cambio, fue empujado fuertemente por

su cabeza golpeó el borde

inconsciente en el acto.

desvariando, arrastrándose por la habitación con sus piernas

qué siguen torturándome?

aterrorizados, gritaban

un rato, Paulo

su auricular

esforzándose en enviar el

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255