Capítulo 1044

Incluso él, siendo su padre, no podía ver con buenos ojos a su hijo Patricio.

Pasaba los días sin hacer nada productivo, siempre holgazaneando, sumergido en el vicio del juego, la bebida, la prostitución, y el tabaco. ¡Lo tenía todo!

Era de la misma edad que Joaquín, pero en comparación, no llegaba ni a sus talones. ¡Era un completo inútil, un tonto!

¡Ni siquiera tenía el coeficiente intelectual o la inteligencia emocional de Perla!

Si no fuera por ser el primogénito, ini siquiera querría tenerlo!

Don Gil estaba a punto de decir algo cuando de repente, Patricio, con un “plum” sonoro, se arrodilló.

¡Y justo frente a Joaquín!

Como si estuviera inclinándose ante él.

Don Gil: “¿¡!?”

Joaquín: “¿¡!?”

“¿Qué haces?!” Don Gil, sintiéndose humillado, golpeó el suelo con su bastón, furioso.

Patricio estaba igual de confundido y rápidamente se levantó.

Pero justo al hacerlo, volvió a caer “plum” al suelo.

se arrodilló, sino que también le dio un cabezazo

lo miraba con sospecha, sin entender qué

Gil estaba furioso, levantó su

te arrodilles

papá, yo no

“¡Levántate!”

hablar, de repente sus rodillas flaquearon y él también

por instinto se

un hombre despreciable, era bastante

ojos bien abiertos, miró a Don Gil, “¡Papá, tú también te

a su alrededor, su

rodilla lo había hecho arrodillarse

alrededor, no

debe ser que hemos sido maldecidos. ¡Debemos llevarnos a Octavio de aquí inmediatamente, esta familia Ortega

y ayúdame a

a Don Gil a ponerse

en la escalera, jugueteaba

sonrisa en su rostro.

echaron

¡Bien hecho!

rostro tenso, se sacudió el polvo de las rodillas, recuperando

a estas tres personas, ¿estás de

acuerdo!”

un yerno es como medio hijo, si intentas impedirme llevármelo, ¡no te la vas a

“¿Futuro yerno?”

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