Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 14

En comparación con la excitación de Tina, Natalie respondió tranquilamente: -Aunque logré evitarlo esta vez, igualmente buscará otra oportunidad para conspirar contra mí. Así que es mejor que le enseñemos a comportarse de una vez por todas.

El cliente que mencionó debe ser muy difícil de tratar. ¿Y si sales perdiendo?

Natalie sonrió. No tienes que preocuparte por eso. Ve a trabajar.

-¿Cómo no voy a preocuparme? Te acompañaré cuando vayas a hablar de negocios.

-No es necesario. Si no puedo manejar algo tan simple como esto, ¿qué pasará cuando

enfrentemos desafíos más grandes? ¿No estará la empresa acabada?

Ante su insistencia, Tina no tuvo más remedio que darse por vencida y dijo: -Está bien, pero si hay alguna emergencia, jasegúrate de llamarme! No te aguantes sola.

-Entendido.

Poco después de que Tina se fuera, Bruno le entregó el contrato.

Sonrió con suficiencia y dijo:-¡Señorita López, te deseo sinceramente mucho éxito!

Por supuesto. Señor Torres, si no tienes nada más que hacer, puedes irte, Tengo mucho trabajo por hacer.

Exasperado, Bruno se rio fríamente y se dio la vuelta para marcharse. ¡Estaba ansioso por ver cómo Natalie se hacia el ridícula!

Natalie, por su parte, acordó reunirse con el otro lado por la noche y luego se puso a trabajar en

otras tareas

Pronto llegó la hora de salir. Se llevó con el contrato y se dirigió al restaurante donde se habían citado.

En cuanto entró en la sala, la persona que estaba adentro se levantó rápidamente y exclamó sonriendo: ¡Hola, señorita López! Siéntese, por favor.

Ismael Sánchez no se esperaba que Natalie estuviera tan guapa, que le invadió un deseo. incontrolable de acostarse con ella de inmediato. Resulta Bruno no le habia mentido, ide verdad había enviado a una hermosa para negociar con él!

Pensando en las palabras de Bruno por teléfono, no puede evitar reírse lujuriosamente.

Natalie tomó asiento en una silla algo distante de Ismael y lo saludó con una sonrisa: -Hola, encantada de conocerlo.

Insatisfecho con la distancia entre ellos, Ismael se levantó y se sentó junto a ella, observando.

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-Eres muy amable. Aunque no nos conocíamos antes, creo que pronto seremos amigos. Oh, puedes llamarme por mi nombre.

Ricardo. Mientras se reia, su exceso de grasa facial temblaba. ¿De dónde sacó

el tomó la mano de Natalie sobre la

segundo siguiente, sono un

-¡Ay! ¡Suelta! ¡Eso duele!

-Perdón, señor Sánchez, es que no me gusta que la gente me

se estaba disculpando, no se reflejó ni un ápice de remordimiento

se enfureció, pero de repente se le

tinto de la mesa y le sirvió un vaso a Natalie. Señorita López, si

una ceja y se rio con desprecio.Qué aburrido tomar vino. ¿Por qué no tomamos tequila short? Voy a pedir

su sonrisa. Si eres tan poco

su copa contra la

de que él intentaba utilizar el contrato para aprovecharse de ella, y contestó sin rodeos: -Está bien, entonces tómese su tiempo,

levantara y se

-¡Detente!

tan fuerte que atrajo al instante la atención

tallado, varias personas también se

cenar con amigos y, inesperadamente, se

se había convertido en un capo, actuando -de manera cada vez más arrogante. Era un nuevo rico en el mejor de los

cierta influencia lo

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Leonardo, Emiliano no pudo evitar susurrar: “Leo, ¿cómo se metió Natalie con Ismael? Es un mujeriego loco y tiene mala fama en Monteflor. Si una

que Natalie fuera lo suficientemente buena para Leonardo, no queria

fija en Natalie, como si estuviera pensando

Natalie no los vio. Se volvió hacia

¿Quiere

se burló y dijo: Natalie, no eres más que una empleada de MY, ¿cómo te atreves a fingir virgen delante de mi? Te lo digo, aunque te follo ahora mismo, no pasará nada. Así que antes de que pierda la paciencia, regresa conmigo. Si me haces contento, tal vez

contrato.

una ceja e inquirió: -¿Así te dijo

menosprecio y se mofó: -¿Hace alguna diferencia si

vestido blanco de tirantes y un traje de chaqueta, con el pelo largo ligeramente rizado, lo que le daba un aspecto

preguntó por qué él pensaba que lo estaba

nada. Por favor,

fría y espetó: -¿Tú crees

Natalie. con una estatura de al menos un metro ochenta, imponiendo una fuerte

pero su mirada estaba llena de

esa escena, Emiliano, que estaba detrás del biombo, no pudo evitar fruncir el ceño e

ella no era más que una chica indefensa

movió y se limitó a