Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 64

Un destello de furla apareció fugazmente en los ojos de Fausto, pero de mediats in acidind

Insistió:

—-Leonardo, ahora no es el momento adecuado para el desperto. Si algo malo munte, ne tendrás oportunidad de arrepentirte

Si

Leonardo le echó un vistazo y respondió friamente te preocupas tanto por ella, por a persuadiria tú mismo!

Después de vacilar unos segundos, Fausto se acercó rápidamente a Natalie

Cuando llegó a su lado, el entrenador y le había traido el raballo y estaba explicandele las advertencias

Al darse cuenta de que alguien se acercaba, Natalie giró la cabeza y sus ojos se encontraron con los llenos de preocupación de Fausto

-Señorita López, este caballo no es adecuado para 68. Te aconsejo que elijas el recomendado De lo contrario, estarás en riesgo de lastimante–digo Fausto

Natalie podía percibir que en preocupació era sincera, por lo que le respondió con una

sonrisa

Muchas gracias por la preocupación, pero he decidido,

Fausto no pudo evitar truncir el ceño y pressadió en voz baja – No debes antesgar tu propia vida por el despecho con Leonardo

Señor Ruts, has pensado

ágilmente con movimientos rápidos

excelentes habilidades de equitacides..

un poco y en

cintura era tan delgada y estela que parecia que se podia todeal con uno sola mano. Con el pelo recogido en una coleta, bradaban aura api y lampia may

la agitación en sus ojos pasto cando estaba a punto de hablar, Natalie se

Leonardo se claré en su figura roja. Al vera en el

impactado por su

había visto a

vista, Natalie era tan sumisa como una enredadera que solo podia sobrevivie

tanto, cuando la situación se salía de su control, sentia una fuerte

hubiera conocido realmente a

y sintió relos casi enloquecedores, tin

por mostrar una sonrisa amable y

quiero montar a caballo. ¿Me

miraron y se entendieron de

tiempo que no montamos juntas Omat, ¿e unes a nositifas

no tenían interés en Barreto, prve lis que

ve con Matilla Yo los

cambiaron de ropa y eligieron dos raballos más pequeños

sentaron en el área de descanso, obeerando cómo las dos se

grande y la

figuetas de Matilda y