Capítulo 124

Estoy diciendo la verdad.

Matilda estuvo callada un rato y sollozó ahogadamente, No esperaba que me tratabas así. Nos conocemos desde hace tantos años, ¡resulta que soy una persona infiel para ti!

Leonardo frunció sus finos labios y no dijo nada, su semblante era un poco gélido.

Matilda esperó un rato, pero Leonardo no la consoló, al instante se sintió más agraviada, lloró y salió corriendo del despacho de Leonardo.

Justo en este momento, chocó con Carlos en la puerta, quien le entregó a Leonardo el collar Lágrima de Ángel.

Cuando Leonardo le dio el collar Lágrima de Angel, se.dio cuenta de que algunas partes estaban rotas y lo mandó a reparar, y se lo acaban de devolver.

Matilda estaba enfadada, casi se caía al chocar con él, y su primera reacción tras estabilizar su cuerpo fue enfurecerse.

Estaba a punto de hablar y, vio el collar en la mano de Carlos y su corazón se aceleró involuntariamente.

Carlos, este collar es…

le pidió a

lo viera?>

López, este collar fue enviado a mantenimiento hace tiempo, me acaban de devolver del extranjero, yo se lo

al collar, se mordió el labio inferior y dijo: -Entonces entra tú, ya

en el despacho de Leonardo, Matilda caminó lentamente hacia

ascensor tres veces y Leonardo no

un fuerte pisotón, ¡no me importa

comisaría de Monteflor

Gisela bajo fianza, pero no lo consiguieron. Al salir, alguien le susurró algo al oído y la expresión de Hernández se volvió

Matilda caminó lentamente hacia

ascensor tres veces

¡no

la comisaría

lo consiguieron. Al salir, alguien le susurró algo al oído y la expresión de Hernández se volvió sería.

dijo: -¡Vamos al

tarde, Carlos entró para avisar.

el señor

No estoy disponible.

fin se encontró

-Señor Ramos, tengo que decirle algo, ¿podría permitirme

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