Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 234

Beata se puso furiosa, -¿Qué te hizo?

Sin embargo aunque Beata preguntaba, Matilda solo lloraba y no dijo nada.

¡La llamo!

-¡No lo hagas!

Matilda se apresuró a tirar de su mano y dijo con voz quebrada,

Mamá, no preguntes más,

tengo que asistir a un concurso, espera a que termine el concurso de diseño, no quiero que esto afecte a mi concurso.

-¿Qué te hizo?

Matilda agitó la cabeza: -Dame tiempo, cuando acabé el concurso de diseño te lo contaré todo.

Mirandola así, a Beata se le rompió el corazón y dijo: -Vale, de acuerdo. No te preguntaré más, que descanses.

Cuando Matilda se durmió, Beata salió de la sala con Ricardo.

-Natalie es tan odiosa. El día que empezó el concurso de diseño, Mati la vio trabajando allí a tiempo parcial, y yo la regañé cuando me la encontré esa noche. Supongo que por eso le tenía rabia a Mati y pensaba que era Mati la que hablaba mal de ella a sus espaldas, ¡así que le hizo daño a propósito!

Aunque Ricardo también estaba descontento con Natalie, pero teniendo en cuenta la relación de Natalie con Leonardo, no sacó conclusiones directas.

de Mati. No busque a

Leonardo aún

-¿Qué quieres decir con

mofó, Natalie y Leonardo están

sorprendido,

Natalie, cuando estaba Leonardo.

-¡Yo voy a averiguar, si es verdad, que Mati le trate bien a Leonardo! Tengo cosas que hacer en la empresa, quétate aquí,

+15 BONUS

contestara, Ricardo se

a la empresa, ¿de verdad tan

salir del hospital, Ricardo llamó inmediatamente

¿te has divorciado de

Ricardo llamara por eso y

a casa esta semana, tengo algo

-No tengo tiempo.

ocurrió algo y dijo con cariño: Natalie, sé que has sufrido mucho en los últimos años.

de Matilda. Cuando se mudó de casa, Beata volvió a convertir su habitación en la sala

conservaron su lugar y ahora Ricardo le pidió que volviera, ¿para dormir en la sala de estar? ¿O en la puerta del chalet?

reír al

te ríes?

burlón, -Me río de tu ingenuidad, no volveré en mi vida, nunca fue mi

casa.

tono un poco frío, Natalie, no te enfades. No es seguro que vivas sola ahí fuera, dame tu

tú no vuelvas a llamarme.