Capítulo 580

La ventanilla del coche se bajó y el rostro estoico de Leonardo apareció ante sus ojos.

–Quería asegurarme de que llegarías bien a casa. Me voy enseguida.

-No, no somos novios ahora. No hace falta que te preocupes por mí.

-¡Natalie!

Los ojos de Leonardo se volvieron fríos y dijo lentamente: -Sé que sigues enfadada ahora, no interferiré en tu vida, pero hay cosas en las que no retrocederé, por ejemplo tu seguridad.

Natalie frunció el ceño y cuando iba a decir algo, Leonardo arrancó el coche y se marchó.

En casa, la irritación de Natalie no desapareció.

Notó que había empezado a perdonar a Leonardo, y eso no era una buena señal.

Después de pensarlo toda la noche, finalmente decidió aceptar la petición de Fausto.

No sólo podría devolverle el favor, sino que también haría que Leonardo comprendiera la

realidad de que ya no estaría con él.

y Fausto estaban juntos se extendió

se sorprendió tanto que casi le cabía un huevo en la boca al ver

dime que lo que he visto no es verdad! Tú y Fausto… ¿Realmente están

susurró: -Ya te

coche,

quieres cenar esta

lo míró, -Señor Ruiz, no es como lo que acordamos, dijiste que sólo

que una pareja vaya a cenar después del trabajo, si no salimos este

reflexionó sobre si realmente le estaba dando demasiadas vueltas a

lo

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a ver

la miró con una ceja

después, Fausto llevó a Natalie a una tienda

frunció el ceño, miró a Fausto y le dijo: -No hace falta que te obligues a

callera? De verdad me gusta mucho, solía comer con los compañeros de piso cuando estaba en la universidad, pero

a ti también te gusta.

pasó el menú a Natalie, -Mira qué

pasó el menú, -Mira

platos que quería comer.

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