Capítulo 667

Tocaron a la puerta.

Leonardo abrió los ojos y dijo con indiferencia: —Pasa.

Matilda entró en la sala de descanso con un vaso de leche y dijo preocupada: Leo, llevas todo este tiempo trabajando en la fiesta de celebración y no has

descansado bien. Te he calentado un vaso de leche. Bebe mientras está caliente.

-Vete.

La expresión en el rostro de Matilda se congeló y dio unos pasos más hacia adelante, poniendo la leche sobre la mesa.

-Leo, lo hago por ti…

-¡Fuera, no me hagas repetirlo!

El frío de su cara hizo que Matilda diera un respingo, pero esta noche su admisión de que era su novia la hizo valiente.

-¡No me voy, me quedo para cuidarte!

Su voz era quebradiza y obstinada, Leonardo abrió los ojos y la miró.

Matilda llevaba años imitando a Natalie, y él lo sabía, pero no quería darle importancia.

Al fin y al cabo, la echaba mucho de menos, y ver de vez en cuando la cara y el comportamiento de Matilda que se parecían a los de ella le daba la ilusión de que seguía viva, por eso se quedaba con Matilda.

embargo, ahora estaba pensando en

quería que ellos me presentaran a las

la respiración y sus ojos

tu lado. ¿De verdad no sientes nada

bien para qué estás a mi

3

+15 BONUS

Leonardo fue como una bofetada en la cara de Matilda. Lo miró y le Estoy a tu lado porque

palabra por

para demostrarlo?

amor es

justo cuando llegó al

no me dejes…

de que pudiera terminar la frase,

no fue tanto como la angustia que sintió al ver su mirada de

o te puedo dejar que te quedes conmigo o

la vuelta para marcharse.

se fijaba en su espalda, con las manos agarrándose la falda. No se rendiría. Debía

Al ver a Carlos caminando apresuradamente desde el final del pasillo,

llevas de vuelta.

en la fiesta y quería vomitar por el olor del

-Sí, señor Ramos.

Carlos salió del hotel, recibió una llamada del

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