Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 717

Natalie frunció los labios y no dijo nada más, el dinero era suyo, si él quería dárselo, entonces

ella se lo quedaría, hacía tres años que la abandonó para salvar a Matilda, estos eran

considerados como para sus daños.

Después de leer el acuerdo, cuando Natalie iba a firmarlo, Leonardo sacó otro documento,

-Mira esto primero, si estás de acuerdo, firma.

Natalie lo cogió y abrió el documento: viviría con él los siguientes tres meses, por lo menos. tendrían cuatro citas a la semana, comerían juntos una vez al día y dormirían en la misma. habitación por la noche. Después de leerlo, Natalie se enfadó.

Tiró el documento con fuerza sobre la mesa y dijo con voz fría: -No voy a firmar, ¡vete a la

mierda!

Leonardo estaba tranquilo, -Sólo te doy una oportunidad, será mejor que pienses bien. Si no quieres firmar, no vuelvas a proponer el divorcio delante de mí.

Natalie serio,

¿Por qué no puedo proponer el divorcio? Ya no siento nada por ti y estoy atrapada contigo para el resto de mi vida. ¿Por qué eres tan cruel?

No pensaba que un día sería cruel para la mujer que amaba, el rostro de Leonardo se tornó

serio.

olvídalo. Tengo toda mi vida para hacer que te enamores de mi.

Nunca me

apostar tres meses, ¿cómo sabes que no te enamorarás

respiró hondo, sabía que Leonardo intentaba provocarla, pero

trampa.

¡lo firmo! Después de tres meses, quiero que me dejes en paz.

divorcio y el contrato de tres meses.

y firmó también.

les guardo el acuerdo del divorcio y el contrato por ahora, y volveré después de tres meses.

se marchó, Natalie se disponía a subir a descansar, Leonardo le

no había comido nada esta noche, y después

y asintió con la cabeza, -Vale.

+15 BONUS

más de las ocho de la tarde, Leonardo hizo fideos

rico, pero después de diez minutos, se sorprendió

la puerta de la cocina, vio a Leonardo con su delantal cortando

movimientos, él cocinaba muy bien.

mirando, Leonardo levantó la vista

los ojos.

-Quedan cinco minutos.

su cabeza era demasiado suave, al mirar su

unos latidos.

la mirada y dijo con indiferencia: -¿Estás seguro de que lo que preparas