Sus Besos Obsesionados que Despiertan mi Segunda Vida

Capítulo 59

En la oscuridad abrumadora del cuarto, la sonrisa siniestra de Roman era terrorífica, mientras aplastaba una vieja foto colgada en la pared.

Las ilusiones, por más que duren, siempre se desvanecen, nunca se convierten en realidad.

-¿Qué le pasa a mi tio?-, le preguntó Neo con cuidado a Nerea después de un rato.

Aunque no entendia qué había pasado, podía sentir claramente que su tio estaba triste y afligido, como si hubiese recibido un golpe devastador.

Nerea sacudió la cabeza.

En medio de la noche, dando vueltas en el sofá cama de la casa, no podía conciliar el sueño.

Pensó que estaria exhausta después de un dia entero de actividades, que se dormiría en cuanto tocara la almohada, pero cada vez que cerraba los ojos, veia la expresión de Roman al dejar la mesa. ¿Qué había dicho mal?

podia ser… ¿también él habia vuelto del futuro?

a Amapola, y si supiera su destino, seguramente la ayudaría. Con su capacidad, deshacerse de Samson sería pan comido, no tendría esa expresión de desesperación

mañana, Nerea no encontró respuesta. Exhausta, vio el alba aparecer y decidió con resignación que

dirigió a la habitación 303, listo para llamar

mano. Señor, la Srta. Nerea ya se fue.

¿Qué?

leyó las líneas escritas con

dicho anoche que te molestó, lo siento mucho. Sr. Roman, espero no tome en cuenta mis palabras sin. intención. Este abanico lo consegui bajo el Árbol del Amor, considérelo una disculpa y un agradecimiento por la cena

un bordado meticuloso que decía: Encontrarás el amor de tu vida en

el papel, un torbellino de remordimiento y pena invadió su

expresión, abrió la boca pero no dijo nada, pensando que el

en su casa, durmiendo todo el día y toda la noche. Al despertar, lo primero que hizo fue revisar las cámaras de

no había nada, solo a Samson recorriendo exposiciones y espectáculos, ni rastro de Amapola.

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