Capítulo 145

-Nea, ah, Nea…

Roman la presionaba contra él, robándole un beso con tal fuerza, como si fuera un loco con ansias, perdiéndose en el acto sin poder detenerse.

-¡Suéltame, suéltame! ¡Mmm!

Nerea, atrapada en su beso voraz, como si fuera una bestia hambrienta, empezó a sentir sus labios- adormecidos y doloridos, casi como si fueran a pelarse.

Lo peor de todo era que se estaba quedando sin aire. Todo el oxigeno de su boca y sus pulmones parecía haber sido vaciado por él, mientras destellos de luz blanca pasaban por su vista.

¡Este traidor, no solo se atrevia a profanarla, sino que también intentaba asfixiarla!

Los intentos de Nerea por liberarse, golpeando con sus pequeños puños el sólido pecho de él, se fueron debilitando, al igual que su respiración.

Justo cuando parecía que iba a sofocarse, Roman la soltó.

jadeando, como si hubiera recibido un indulto, lo empujó lejos, luchando por respirar aire fresco. Después de unos segundos, recuperó algo de fuerza y lo

-Je…

ronca escapó de la garganta de Roman.

La deseaba.

encontrarse con los ardientes

significaba esa mirada? ¿Podría ser que…?

-¡Mmm!

volvió a avanzar sobre ella, como si el tiempo de descanso de Nerea hubiera

terminado.

atreves a volver, mmm..!

fueran tambores, sin efecto alguno, incluso

por falta de aire, pero esta vez, el intenso beso desató en ella una

ligera, casi como si fuera a flotar, deteniendo su resistencia, e incluso la

esta nueva y extraña sensación, empezó

lentamente y con dificultad la soltó, observando sus lablos hinchados y

estaba llorando por

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