Capitulo 311

-Lo siento, me comporté de forma imprudente.8

-No hay problema.

Neres, escondida debajo de la mesa, se sorprendió al escuchar la conversación de los dos.!

Eso si que era hablar con la convicción de un verdadero jefe, con palabras claras y sin alterarse, dejando a Miguel desconcertado. Si ella no estuviera ahi, jhasta se lo creeria!

El espacio bajo el escritorio era reducido y estar en esa posición tanto tiempo era incómodo. Al intentar moverse un poco, un dolor agudo le recorrió el cuerpo, casi la hace gritar, pero se cubrió la boca a tiempo.

Roman nota el leve ruido y miró discretamente hacia el escritorio.!

Seguro que se lastimó la pierna…

Nerea, aguantando el dolor, recordó la tarde oscura que acababa de vivir.

Aunque Roman fue considerado con ella, al ser una paciente, y no pasó a mayores, | lastimarla.

la intensidad de sus

sacciones fue suficiente

para

estaba

cuánto llorara o suplicara, era como una bestia fuera de

no hablan llegado a más. Si en el futuro….

queria pensarlo, solo de hacerlo, sentia

de zapato en la puerta de la oficina, se sintió avergonzado, -Con respecto

necesario, fui yo quien se demoro, haciéndote

la culpa, sorprendiendo a

varios encuentros, directos e indirectos, y Miguel no había visto esa frialdad y crueldad de la que hablaban los rumores y las noticias. Por el contrario, le pareció que Roman era un hombre humilde y cortés, todo un

encantó el palo de Simon Cossar que me regalaste

-Me

que te gustara, Sr. Carris.

-¿Por qué…?8

a preguntar, Roman, como

-Porque me importa, me gusta la

y al grano, Miguel se

se quedó helada. ¿Cómo

directo- Miguel sonrio, aunque

¿cuándo

que le gusta mucho, tanto que está dispuesta a hacer cualquier cosa por él, y

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