Capítulo 353

Era de madrugada y Camelia estaba sentada frente a su tocador, frunciendo el ceño con preocupación. -Pablo, ¿crees que fui demasiado dura al hablar con él? Es la primera vez que el Sr. Roman viene a nuestra casa y se encuentra con dificultades. Además, Nere apenas se está recuperando de su última relación, si por mi culpa…

-No te preocupes tanto.- Pablo le dio unas palmaditas en el hombro. -Todo lo hiciste pensando en el bien de nuestra Nere. Estoy seguro de que él lo entenderá.

Lo que realmente le preocupaba era el contrato de adquisición del Grupo Sam’s, con propiedades valoradas en miles de millones que le estaban ofreciendo asi como así.

Si fuera cualquier otra persona, sospecharia que hay gato encerrado, pero él era Roman, un magnate de Londres sin igual, no era como Samson. ¿Qué podría querer de la familia?

¿Será que en verdad estaban tan enamorado de Nere?

Amancio entró en su estudio y vio a Miguel revisando minuciosamente el contrato bajo la luz del escritorio Miguel, hoy has sido un poco descortés.

Lo siento, Amancio.- Miguel se quitó las gafas. Es solo o

que…

-Se que te preocupa Nere. A todos nos preocupa. Pero no es justo que Roman pague por los errores de Samson y Amapola. Además, confio en Nere. Ella es inteligente y no tropezará dos veces con la misma piedra.

Y entonces…

Amancio hizo una pausa, mirando el contrato en sus manos. -Por Nere, está dispuesto a adquirir el Grupo Sam’s, algo que ni nosotros habríamos imaginado. ¿No crees que esa es la diferencia entre él y Samson?

hablaba mucho pero no hizo

cambio Roman no decia nada

cerró el contrato. -Entiendo.

-Oye…

¿Alguien puede ofrme?

habitación, Nerea pasó de estar llena de energia a exhausta y a punto de rendirse cuando de repente escuchó la voz

deja de gritar. Ve a dormir.

Se revitalizó al instante y se

puerta -¿Se fue? ¿Tan

la puerta y hablemos

de leche caliente a Nere para que se

de una conversación entre Amancio

mientras las lágrimas rodaban por su rostro. ¡Ella y Roman eran

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Capitula 353

más de una docena de autos se estacionaron frente a la residencia de los Carris en Residencial Lago Sereno, sorprendiendo tanto a Laura que corrió

Pablo y

figura distinguida y

-¿Sr. Roman?

saludo: -Buenos días, señor, señora. He venido especialmente a visitarlos

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