Capítulo 375

Anastasia levantó la mirada y captó la de el antes de bajar la cabeza, asustada. Cuanto más amable era él con su hijo, más dificil le era rechazarlo. Después de cenar, Anastasia le sirvió un vaso con agua y aprovechó para darle las gracias.

-Gracias por contratar el abogado.

Su caso de secuestro estaba siendo abordado junto con un abogado.

-La policia ya está reuniendo las pruebas, en cuanto se pueda, se les llevará a todos ante la justicia. No tendré piedad con ellos -dijo Elías, con un brillo frio en su mirada.

-Si quieres investigar tu secuestro de hace varios años y requieren la ayuda de mi padre, solo tienen que llamarlo para pedirselo, el va a cooperar.

-Entendido -respondió él.

– Ahora, toma tu medicina! -dijo Anastasia.

Elias abrió la bolsa de plástico que le dejó Ray y se encontró con varios frascos, entonces contó las píldoras y se tomó más de ocho de un solo trago; Anastasia se quedó sorprendida.

«¿Por qué tiene que tomar tanto medicamento?».

el ceño al preguntar, pues le preocupaba un poco

el cuerpo de

se había quedado dormido en el sofá; este, estaba sentado con la cabeza apoyada en el

no hagas ruido, no molestes al señor Palomares -dijo el pequeño, al tiempo que se llevaba uno de sus dedos a los

era demasiado tarde como para que siguiera ahí, por eso, pensó en llamar a Ray para

irte a tu habitación y

luego, Anastasia se acercó a Elías, el hombre se encontraba sumido en un

medicamento le provoca

Entonces, llamó a Ray.

dormido en mi casa, por

tengo algunos asuntos que atender, me temó que no

¿tiene el número de teléfono de alguno de sus guardaespaldas?

el?

casa? Para que descanse. — Anastasia se quedó sin palabras, y el hombre continuó-, desde hace

veía tan bien como siempre,

-Está bien…

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