Capítulo 48

Está bien” Penso Ramón, intrigado por la repentina urgencia del jefe cuando vio el dinero en el sobre. Esperaba que su jefe estuviera

so para que lo investigara de inmediato. Pensó que su jefe querría ver a Srta. Carreras tan pronto como obtuviera la dirección. por alguna razón, ahora había cambiado de opinión y lo había enviado a él en su lugar. Recién había recibido un nuevo mensaje, pero no había tenido tiempo de mencionarle a su jefe. Resulta que la Srta. Carreras vivía con dos niños, que, según la investigación, bablemente eran sus hijos. ¿Podría ser que la Srta. Carreras se hubiera casado de nuevo y tenido hijos después de divorciarse de see” Quizás su jefe ya lo sabia y por eso sentía que no era apropiado ir él mismo, y en su lugar enviaba a Ramón para que entregara

aneta. Eso explicaria las cosas.

Despues de colgar el teléfono con Ramón, abrió el primer cajón a su izquierda, habia dejado en el estudio hace cuatro años. La observó por un

neco donde yacía una tarjeta bancaria, la misma que Sofía

colocó en el cajón la caja que contenía un anillo y ego cerro el cajón para continuar trabajando. Al poco tiempo, recibió una llamada de Pilar. “Rafa, no quería molestarte porque sé que

ir al hospital a checarlo.”

Como te sientes ahora? Voy a buscarte y te llevaré al hospital. Por ahora, quédate en la enseguida.

Esta bien, no te apresures, termina tus cosas. He tomado

descansa un poco,

me siento un poco mejor acostada.”

colgó el teléfono

importa, el trabajo puede esperar, ya estoy saliendo de joyería que Ramon habia traído esa mañana y

esperarte.” Pilar colgó el teléfono, sintiendo una sutil expectativa. Sabía que esa mañana la joyería enviaria las piezas a Grupo JK para Rafael. Al no recibir ninguna llamada del hombre por la tarde, no pudo seguir

le abrió la puerta en pijama, “Rafa, has llegado.”

sientes? Ponte algo de ropa y te llevaré al

siento mucho mejor, realmente no quiero ir al hospital.” En realidad,

un médico para que te sientas mejor cuanto antes.” Rafael

ir al hospital. Me siento mejor contigo aquí.” Pilar agarraba el brazo de Rafael,

pidiéndole con mimos.

bien, pero al menos ve a acostarte. ¿Has

no tengo apetito.” Respondió Pilar, mientras se acomodaba en la cama como

la cocina. Después de un rato, volvió a la habitación y sacó la caja del bolsillo,

se alejara,

pasa? ¿No te gusta el collar rosa que

Gracias, Rafa.” Respondió Pilar rápidamente, recuperando su compostura. luego sonrió y le dio un

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