Capítulo 71

Una noche entera, Sofia durmió sorprendentemente bien. Por la mañana, fue despertada por unos golpes en la puerta. Se levantó aún medio dormida para abrir y se quedó parada al ver a Rafael en el umbral.

Rafael juraria que no esperaba encontrarse con esa escena al abrir la puerta. La noche anterior tuvo que ducharse tres veces con agua fría para calmar el fuego que llevaba por dentro, lo que lo llevó a despertarse con un resfriado y un fuerte dolor de cabeza, impidiéndole ir a la oficina.

La joven que acababa de levantarse y abrió la puerta de su habitación tenía el cabello totalmente desordenado, llevaba puesta su camisa blanca, dejando sus largas y esbeltas piemas al descubierto; el dobladillo apenas cubría su trasero y los botones del pecho estaban desabrochados, revelando sutilmente la curvatura de su pecho.

Rafael giró la cabeza y tosió ligeramente antes de extenderle la bolsa que llevaba, “Primero cambiate, adentro hay ropa que mandé comprar esta mañana para ti. Tu vestido de ayer no es adecuado para salir.

Sofia, con el rostro sonrojado, cogió la bolsa y dijo: “Gracias.

V cerró la puerta, y no fue hasta que llegó al baño que se dio cuenta de que los botones de la camisa estaban desabrochados.

do en cómo había abierto así la puerta a Rafael y había estado parada frente a él durante mucho tiempo, ¿habría visto él algo? ¿Qué horror! Ojalá pudiera desaparecer. No era de extrañar que él mantuviera su cabeza girada mientras le pasaba la ropa.

que iba a colapsar, no podía enfrentarse

bolsa un vestido al estilo parisino, se cambió, se lavó y se tomó su tiempo antes de salir de la habitación. No se escuchaba ningún ruido afuera, supuso que él

descansando en el sofá. Corrió a recogerlo, pero casi se muere del susto con la voz que sonó detrás

pantuflas, salía de la cocina con platos y cubiertos, tan frío y distante como si fuera un personaje sacado de un

se muere de susto, no podía creer que él no hubiera ido a

no tengo hambre, ya me

a estas horas, después del desayuno le pido al conductor que

entonces te lo agradezco.”

una mirada y siguió comiendo

se sentó frente a él, en la mesa había sopa de

un huevo, “¿Por qué no fuiste a la oficina

siento bien.”

vayamos al hospital?” Al escuchar que no se sentía bien, Sofia se preocupó

cuchara.

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