Capítulo 91

Varios comieron y volvieron a la habitación del hospital, y poco después, Noelia despertó. No le permitieron comer nada de fuera, Camila había preparado una sopa que aún estaba caliente en el termo, perfecta para comer en ese momento.

Al despertar, Noelia vio a todos allí y se puso muy contenta. “Madrina, hermano, tío Daniel, todos vinieron a verme. Estoy contenta.”

Al ver que Noe estaba bien, Camila también se tranquilizó y dijo: “Noe, tu madrina preparó tu sopa favorita de verduras con carne

molida.”

“Gracias, madrina.” Dijo

Noelia, y al notar el raspón en la cara de Leonardo, se preocupó por su hermano diciendo: “Hermano, ¿te duele la herida en la cara?”

“No duele, la madrina aplicó yodo para desinfectar, en unos días estará bien.”

O

desaparecieron.” Noelia recordó que

dada de alta, iremos a

los llevaré de compras. De todos

dos pequeños agradecieron dulcemente,

Sofía

quería ir a la antigua casa para no enfadar al abuelo, y menos quería volver a la villa para enfrentarse solo a la casa vacía. Conducía sin rumbo por las calles, desde que se encontró con Sofía, no había

que parecía nunca hacer demandas o enojarse, de carácter y temperamento suaves, siempre luciendo una sonrisa para todos. Durante los tres años que estuvieron casados, nunca tuvieron una discusión, ella nunca se enojó

hospital y se estacionó abajo. Esa vez no subió, se

despertado por una llamada de Ramón recordándole su reunión con el presidente del Grupo Carreras para discutir una colaboración. Rafael colgó y, tras mirar alrededor,

y no pudo venir a recogerla, así que, tras completar los trámites de alta, se fueron emocionados a comprar los relojes

planeando empacar esa noche para partir temprano al día siguiente. No fue con ellos al centro comercial sino al supermercado a comprar para la cena, preparando una barbacoa e

dos pequeños, acostumbrados a la comida picante de Ciudad Nube, también disfrutaron de los

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