Capítulo 196

Con la mente llena de preocupaciones por el concurso de Sofla al día siguiente y con el temor de perturbar su estado de ánimo, Rafael terminó bebiendo hasta sentirse marcado, con el anillo aún en su bolsillo.

Al terminar la cena, ambos regresaron a la habitación para descansar, llegando a la puerta, Rafael detuvo a Sofia.

“Mañana es el concurso, ¿verdad?”

Sofia asintió, tomando eso como una respuesta.

“¿Que te parece si vamos a un crucero por el Rio Sena después del concurso?” Rafael hizo la invitación con nerviosismo.

“¿Hay algo especial? No sé a qué hore terminará mañana.“

“No importa,

te estaré esperando, no importa cuan tarde sea.

“De acuerdo”

uno entró a

a su habitación, charló por videollamada con Leo y Noe por un rato. Los dos pequeños fueron muy obedientes. Según Camila, ambos se bañaban, cepillan sus dientes y se acostaron por su cuenta, siendo Noe

padres estaban de viaje, Sofia penso si Rafael no había dicho a los niños que se encontraba en Paris. Sin darle más vueltas, ya que habia bebido un poco de vino, se quedó dormida

en el hotel y se fue al lugar del concurso. No vio a Rafael en ningún momento antes

en un diseño gráfico en vivo, con los jueces puntuando directamente en el lugar. Se eliminaban la puntuación más alta y la más baja, luego se sacaba el promedio para los cinco con las mejores puntuaciones, quienes

la semifinal, la competencia fue intensa. Sofia se sentia nerviosa en la zona de espera detrás del escenario, frotandose las manos con ansiedad mientras sentia un ligero sudor

de ánimos. Al escuchar las voces de sus pequeños, ella se calmó repentinamente y la sensación de nerviosismo

también le envió un mensaje de texto de aliento con una sola

nombre, Sofia dejo el teléfono y se dirigió

escuchó su nombre, su corazón pareció querer salir disparado; había logrado clasificarse para la final, con gran emoción, subió al escenario, su puntuación total la colocó en el tercer lugar, un resultado impresionante. Sofia recibió la tarjeta de finalista, tardando en volver en si de

fue recibida por una mujer latina elegantemente vestida y con un aire distinguido. Sofia le sonrió contesmente, sin esperar que la mujer preguntara: “¿Eres Sofia?”

de responder con

La mujer

extendió su mano.

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