Volvemos a Empezar, iMi Ex!

Capítulo 218

“Entonces, vamos, mi amor. Regresemos a la habitación“, dijo Rafael apresuradamente, tomando a Sofía de la mano tan pronto como se enteró de que los niños ya estaban dormidos.

Apenas cerraron la puerta, Sofia fue presionada contra esta, seguida de un torbellino de besos….

Esa noche, por haber tomado algo de vino con su abuelo, el aliento de Rafael tenía un ligero aroma a alcohol. Sofia, con las mejillas encendidas, parecia estar reteniendo la respiración.

Rafael levantó su mano suavemente para tocarle la mejilla, su sonrisa de felicidad era imposible de ocultar, Aunque estaba ligeramente ebrio, sul mente estaba en completa claridad

Con una sonrisa tonta, miró a Sofia y dijo, “Mi amor, finalmente has vuelto,”

Cuanto más hablaba, más bajaba la cabeza, depositando besos infinitamente tiernos en las sonrojadas mejillas de la rhujer.

De repente, Rafaella levantó en brazos y la llevó hacia la gran cama que estaba en el centro del dormitorio.

Sofia se sorprendió por su acción repentina, y se aferro firmemente a su cuello,

que había regresado, las noches anteriores en la vieja casa, habia dormido con Leo y Noe. Rafael, viendo que su pequeña mujer estaba distraida,

avanzar…

como profundo, hasta que Sofia casi no pudo respirar, solo entonces

respirar.” Rafael sonrio ligeramente, aunque sus palabras eran de reproche, sus ojos destilaban ternura

levantó su mano suavemente para golpear su hombro, sus ojos coquetos y seductores con solo una mirada podian

posición, podia ver la definida linea de la mandibula del hombre, su atractiva nuez de Adán, que de vez en cuando se movía hacia amba y hacia abajo. Mirando a través de los botones desabrochados de su camisa, podia ver su pecho firme

fuertes.

བཟ ཟ

escucharle llamarla “mi amor” y “mi esposa,” algo que nunca había hecho antes, tocaba un lugar suave en el fondo de su corazón. Rafael mirando a la mujer bajo su cuerpo, la volvió a besar suavemente, como si estuviera besando un tesoro,

envolver sus

de él, Rafael se emocionó aún más, embriagado por su fragancia y suavidad, sin poder

la

para ir a ducharse, pero Rafaella abrazo y beso una y otra vez, sin

“Iré contigo a