Capítulo 289

Ariana se quedó congelada con el vaso en la mano, recordando que el gerente habla mencionado que la via con Roberto al mediodía, lo que significaba que Óscar probablemente también los había visto. No se atrevió a mentir, ya que Oscar solia ser más estricto con ella que su propio hermano. A pesar de lo molesto que era, Oscar realmente la trataba como si fuera su propia hermana, y ella recibía el mismo trato que Adela. “Es un joven que conocí en la entrada de la universidad cuando ful a comer asado con Adela, dijo Ariana, colocando su vaso y sentándose derecha como una estudiante esperando ser reprendida.

“Deberías evitar a las personas cuyo trasfondo no conoces. Algún día, puedo investigarlo por ti.”

“No hay necesidad, Oscar, es un compañero de la Universidad A, del mismo campo de estudio. Mi mentor anterior ahora lo está quiando, no hay problema.”

“Está bien, entonces.”

“Si no necesitas nada más, me voy a ocupar de mis tareas. Ariana no queria seguir hablando de Roberto con Oscar, igual que no se atrevia a preguntarle cómo le iba con la chica con la que se habla citado a ciegas, si es que… planeaban casarse.

“Claro, ve y haz lo tuyo.”

la oficina de Oscar, Ariana suspiro profundamente

quitó las gafas y cerró los ojos, mientras su celular no dejaba de recibir notificaciones de mensajes. Tomó el teléfono y abrió la aplicación de mensajería, primero viendo un mensaje de la madre

dijiste que te había causado buena impresión? Tú, como hombre, debes tomar la iniciativa y salir más con chicas, no sólo concentrarte en el trabajo. Después de todo, primero viene casarse y luego establecer una familia, y tu padre y yo aún estamos

habló sin parar, centrándose en la idea del matrimonio y la descendencia. Oscar, con el altavoz activado y mientras revisaba unos documentos, apenas asintió a las palabras de su madre. Después de unos veinte minutos, la madre de Oscar le dio un ultimátum, pidiéndole que llevara a Laia Parera a casa para cenar el fin de semana. Oscar, cansado de escuchar a su

de Oscar colgó.

el ceño, ya que era la protagonista de la conversación con su madre, Laia, quien lo llamaba.

poco en responder.

me llamó. Si no me contactas por tanto tiempo, van a empezar a

semana,” dijo Oscar, masajeándose el entrecejo. “Entonces, ¿qué te parece si me acompañas a una reunión de la empresa esta noche y el

una pausa, Óscar resporidió, “Está bien, måndame tu

por mensaje y le respondió

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