Capítulo 417

Leonardo y Noella esperaron un buen rato, pero el agua que hablan ido a buscar para su papá aún no estaba lista. Decidieron volver a buscar a su padre y para su sorpresa, al entrar se encontraron a sus padres abrazados.

Con curiosidad, Noelia preguntó, “Papa, mamá, ¿qué están haciendo?”

Sofia y Rafael se separaron como por reflejo. Rafael, como si nada, tomó dos botellas de agua y dijo. “Vamos, jugaremos un poco más y luego saldremos a buscar a tu tio y a tus abuelos.”

Dejando a Sofia con las mejillas sonrojadas parada en la entrada de la cocina.

Gerard regresó al hotel donde se hospedaba para cambiarse de ropa y luego se dirigió al aeropuerto. Sus padres realmente no eran de fiar, al final, tuvo que buscar el mismo la información del vuelo para saber a qué hora llegaban, Llegó media hora antes al aeropuerto y se quedó esperando en la salida. Una vez que el vuelo indicó que había llegado, Gerard se levantó y empezó a mirar hacia todos lados, temiendo perderse de sus padres. Después de esperar un buen rato, casi sin ver a nadie más, aún no los habla visto. Sacó su teléfono y los llamó apresuradamente, agradecido de que la llamada se conectara, lo que significaba que ya habían bajado del avión.

Sin embargo, tardaron un buen rato en contestar, Finalmente, escucho la voz de su madre, “Hijo. ¿dónde estás?”

respondió, “Mamá, estoy en la salida,

veo. Entonces espera ahi,

esperando en la salida, sin entender por qué,

a sus padres y se acercó para ayudarles con el equipaje, “¿Dónde estaban? Estuve a punto

tú mismo eres policia?” preguntó Rebeca,

de contenerse, rodó los ojos y explicó con paciencia, “Mamá, estoy de vacaciones, además, estamos en San Bernat, no en la Capital. Aunque no estuviera de vacaciones, no tendría jurisdicción

dijo Rebeca, sonando un poco avergonzada.

por qué, si todos ya se hablan ido, ustedes aún no habían

bebió demasiado liquido en el avión y le dio diarrea, tuvo que ir al baño, finalmente reveló Miguel. Tras decir esto, Rebeca parecia aún más

el avión hasta enfermarse era algo tipico, “Ella tiene un estómago delicado, deberías. haberla detenido,” no pudo evitar reprocharle

mirada fulminante,

nadie

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