Capítulo 425

Sofia salió del cuarto de Gerard y no habla nadie en la sala. Al levantar la mirada, vio que eran casi las diez. Ya era tarde, probablemente todos hablan ido a sus habitaciones a descansar.

Se dirigió hacia la puerta del cuarto de sus padres y notó que la luz todavia estaba encendida. Golpeó suavemente la puerta y preguntó: “Papá, mamá, ¿ya se acostaron?”

“Mi amor, no, no nos hemos dormido,” respondió Rebeca desde adentro. Sofla escuchó pasos apresurados acercándose y pinto la puerta se abrió desde dentro. Rebeca, que parecia no haberse bañado todavia, llevando puesta la ropa del dia, arrastró a Sofia hacia el interior.

Al entrar, Sofia vio a Miguel examinando detalladamente un rollo de pinturas sobre la mesa, completamente absorto. “Papá,” se acercó a Miguel, quien alzó la mirada al notar la presencia de su hija..

“Ah, mi amor, has venido, dijo Miguel, cuidadosamente enrollando y guardando la pintura.

esperar para ver las pinturas,

único hobby,”

se miraban con demasiado amor. Nunca habian mostrado quejas por su relación, solo comprensión y cariño. “Te admiro como a un héroe y me cuidas como a una niña,” pensó, refiriéndose

tu

encendida

muy buenos. Su papá dijo que era hora de dormir y ellos solitos fueron a su cuarto a lavarse, yo pensaba en ayudarles, pero los chiquillos no me dejaron. La educación que tienen

solo también, incluso fueron juntos a un campamento este verano, comentó Sofia, compartiendo

sus padres, Sofia miró la hora y dijo, “Ya es tarde, papá, mamá, descansen, Mañana los llevo a pasear por

tu hermano aquí, él puede llevarnos a pasear,” dijo Rebeca, pensando en cómo

él no conoce San Bernat como yo. ¿Qué sabrá de los mejores lugares o donde comer? Mamá, déjame acompañarlos, quiero pasar

de tener a su hija cerca, sonrió ampliamente.

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