Volvemos a Empezar, iMi Ex!

Capítulo 456

Leonardo y Noelia fueron llevados por Camila al interior de la villa, donde ella les sirvió un yogur de la nevera. Daniel lo habla comprado la noche anterior mientras paseaban por el pueblo en su moto eléctrica.

Noelia, con la boca rodeada de yogur, preguntó mientras bebla, “Madrina, ¿hay más yogur de fresa?” La pequeña ya estaba pensando en su próxima comida.

Camila, sonriendo al ver su carita embarrada como la de un gatito, respondió, “Si, aún quedan varias botellas. Cuando se acaben, tu madrina irá a comprarte más.”

Noelia le hizo señas a Camila para que se agachara y, aprovechando un descuido, le plantó un beso en la mejilla, dibujando una dulce sonrisa en su rostro, “Gracias, madrina.”

al lado y bromeó, “Leo también le da un beso a su madrina?” Leonardo, después de vacilar, se acercó y le dio un ligero beso

dos pequeños, cada uno con un yogur en mano, Camila salió en busca del resto del grupo. Justo en ese momento, llegaron tres coches de lujo. Uno traia a Sergio y Giovanna, otro a Simón y Ariana, y el último a David. Giovanna, al bajarse, todavia llevaba un gran sombrero y gafas de sol, pero al ver que eran todos conocidos, se soltó completamente, dejando atrás su imagen de idolo, y fue directamente a buscar a Ariana. Sofia rápidamente presentó a Daniel y Camila a todos, y Daniel sugirió que pasaran a la villa a dejar sus maletas y descansar

de repente se detuvo al ver à la persona sentada en el asiento del

preguntó, “¿Qué pasa, Ari?”

se desvanecian en un instante. ¿Cómo podría Óscar traerla a ella también? ¿Tenia

hermanos, como Sergio y Gio. Sergio no habría traído a Gio si no tuviera intenciones serias. Ariana, tratando de ocultar su tristeza, dijo. “Nada, crel ver un

natal hay muchos y no pican,” dijo

tomó su maleta, acercándose rápidamente a Ariana y Giovanna. Óscar, siguiendo con dos maletas y Laia, se acercó para saludar a todos, presentando simplemente a “Esta es Laia,” sin dar más detalles. Laia, acostumbrada a vivir en el extranjero y con una personalidad

y Laia, suspirando ligeramente mientras Rafael le preguntaba qué sucedía. “Nada,” dijo ella, sabiendo que Rafael, debido a su amnesia, seguramente no recordaría los sentimientos