Capítulo 101

Cristián fruncia el ceño, visiblemente molesto.

Aquella mujer, otra vez, había forzado la puerta de su habitación en plena noche.

La baba en su pecho le provocaba una repulsión indescriptible.

Extendió la mano para despertar a Soraya. “Oye, despiertate.”

“Vuelve a tu habitación a dormir.”

Pero al recordar que ella había salvado a Herminio la noche anterior, Cristián se contuvo y no explotó en ira como solía hacerlo.

Soraya, aún con los ojos cerrados, lo abrazó más fuerte, murmurando, “No quiero, no me siento segura durmiendo sola. Quiero dormir abrazada a mi esposo.

Cristián no sabía qué decir.

Ella hablando de no sentirse segura, ¿acaso había olvidado que podía lidiar sola con una docena de asesinos con sus manos?

Intentó empujarla de nuevo. “Ve a dormir a tu cuarto, no me provoques.”

Soraya abrió los ojos, todavía somnolientos, y lagañosos. “Ya te he desvestido completamente, ¿de qué límites me hablas?”

Cristián, al ver sus lagañas amarillentas, no pudo disimular su disgusto debido a su obsesión por la limpieza. “Deberías mirarte al espejo y ver tu aspecto, es repugnante.”

Soraya se tocó la cara, fingiendo sorpresa. “¿Acaso tienes un problema con tu sentido estético? Una belleza como yo, y dices que soy repugnante. Me bañé y me perfumé anoche esperándote. Pero tú ni siquiera volviste a casa, dejándome sola toda la noche. ¿Qué tiene mi cara de repugnante?”

empujó hacia el borde de la cama.

asqueroso.”

un humor malicioso, Soraya sonrió, “¿De

comisuras de los

“Mi

ambiente se volvió un poco incómodo.

luego, sin el menor asomo de vergüenza, volvió a abrazar la cintura de Cristián. “A todos les aparecen lagañas al despertar,

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a su descaro, Cristián simplemente cerró los ojos,

atrevida. Empezó a acariciario

tiene un limite, no me hagas perder la

sin querer asumir ninguna

que él era como ella, capaz de desconectar sus

que esto va para largo. He sido tan directa y aun asi, este hombre se resiste. Es un duro golpe para mi. En mi vida pasada ni siquiera llegué a tomar de la mano a un hombre, y

mano de ningún hombre, sintió un placer inexplicable. Pero fue solo un

dirigió la mirada a Soraya, y se alejó

bajó y se sorprendió al ver a Nayra

la mesa del comedor. [Ah, mi cuñada enamorada. Seguro vino a convencer a mis suegros de cancelar el compromiso con la familia Robledo. Y para presionar, se inventó que estaba embarazada. Mis suegros, creyéndola, accedieron ingenuamente. No saben que esa simple acción arruinará la vida

atónita. ¿Cómo sabía Soraya el motivo

sus padres y a su hermano, encontrando decepción en la mirada

de explicarse.

irse Diana, Fernando también se levantó. “Voy a

Cristián, con un aire

desayúnó, la interrumpió de inmediato.

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