Amor en Bucle con el Señor Bécquer by novelxo

Capítulo 77

Flynn se apoyaba en el auto, sonriéndole a Clara, “¿Te parezco guapo?”

Clara no podia apartar la mirada.

El solo estaba ahí, como una pintura viva sin necesidad de adornos.

Flynn se puso recto y se acercó a ella. Cuando estaban a dos pasos de distancia, la miro de arriba a abajo.

“¿Te decepcioné anoche?”

Su tono era muy serio. Clara se sonrojó al escuchar sus palabras, y justo cuando iba a explicar…

Flynn ya la habia rodeado con su brazo y la trajo hacia él

Estaban tan cerca, sintiendo la presencia del otro.

Flynn se inclino hacia su oido y susurró, “¡Qué cintura fan delgada! Tu ropa es bonita.” Luego, su mirada recorrió suavemente sus suaves y largas piernas.

Luego, se subieron al auto, Clara miró a Flynn

Ya era bastante guapo normalmente, pero hoy era imposible apartar la vista.

Flynn notó su mirada, se volvió a verla, se sintió muy feliz, pero aun así dijo seriamente, “Clari, controla tu mirada!”

Clara se sonrojó por su comentario.

Flynn se inclino hacia su oido y susurró, “No ensucies tu vestido, ¿vale?”

¡El era malvado

para ver por la ventana del auto.

se rio entre dientes

deportivo negro entró en el único

y lo saludó con respeto, “Abogado Bécquer,

Flynn asintió ligeramente.

desabrocho el cinturón de seguridad de Clara y dijo, “Tenemos que caminar un poco para llegar al aparcamiento, mejor espérame aquí”

miró sus

de Flynn la conmovió, se inclinó y le dio un

y susurro, “¿Tienes prisa? Tranquila,

un poco

ire primero, nos vemos

sonrió, pero no respondió

Se

entonces, Lola se acercó

Lola no trajo a su esposo, vino sola. Al ver el atuendo de Clara, no pudo evitar decir en voz baja, “Clara, con esas piernas, Flynn se volveria loco

poco incomoda con el chiste de Lola, ella

eso, solo le importaba

¿Donde está Flynn?**

jugueteo con su largo cabello, y dijo algo incómoda. “Fue a aparcar,

que ustedes dos ya son como una pareja casada” Estaba ansiosa por ver a Miriam Gomez hacer el ridículo y arrastró

ascensor

había nadie más en el

pudo evitar alabar a Clara. “Tus piernas

miró