!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 35

Él parecía llevar ropa que le quedaba un poco mejor, aunque todavia deslavada, cubría esas cicatrices alarmantes en sus tobillos y pantorrillas. Estaba parado bajo la sombra de un árbol, al otro lado de la calle, luciendo algo solitario.

Lucas corrió con su gente hacia él, rodeándolo rápidamente; Kent parecía más normal que las otras veces, no llevaba capucha y su cara parecia estar recién lavada, la juventud parecia emanar de su ser, era demasiado alto y su piel brillante como jade. Con el rostro limpio, no se le veia ninguna imperfección, resaltaban especialmente aquellos ojos encantadores que cautivaban, su cabello era brillante y caía desordenado sobre su rostro, que, en ese momento, bajo el juego de luces, dejaba atrás a cualquier estrella.

Yo estaba parada en la luz, mirando fijamente sus dedos largos y esbeltos, respirando con dificultad, lo que él llevaba en la mano era un montón de paletas de dulces atadas con un cordel rojo, parecía estar esperando que apareciera en la boda, ¿esperaba que siguiera viva y que llegara para interrumpir la ceremonia?

“Nayri…“, la voz de Kent era ronca, con los ojos ligeramente rojizos, como esperando ver el resultado que anhelaba.

Empezaba a dudar, ¿ese hombre estaba fingiendo locura o era que su actuación era demasiado buena?

“Nayri no vino“, Helda habló sin la hostilidad y cautela previas hacia Kent, al ver las paletas en sus marios, su voz se quebro. “El que siempre protegia a Nayri en secreto, el que le daba las paletas, ¿eras tú?“.

Me quedé helada, mirándola con pánico: “¡No te dejes engañar, es un asesino, solo está fingiendo!“.

Kent no dijo nada, solo bajó la cabeza.

“Kent, ven con nosotros, si también quieres encontrar a Nayra, espero que colabores“, Lucas indicó a sus colegas que no asustaran a Kent, con voz suave.

mirando su rostro: “¡Mentiroso, hipócrita!“.

Kent al coche, todas evitaron mirarlo directamente, avergonzados: “No se puede creer, es demasiado guapo, como una estrella“.

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en una esquina, mirando las paletas en sus manos. Estaba actuando muy bien, sus largas pestañas temblaban y hasta yo estaba hechizada, por un momento dudé si mis recuerdos antes de morir habian sido una ilusión. *¿Qué es lo que

siguió callado, sin levantar la cabeza.

casi como hablando para mi misma. “¿Por qué tenías que matarme?“.

una mirada ardiente hacia mí. Me asusté, mirando a mi alrededor nerviosamente, la intensidad de su mirada se desvaneció poco a poco, y luego

¿por qué sabias que el asesino dejaria el cuerpo en el

frunci el ceño, observándolo, porque él

a Nayra“, Lucas suspiró. “Conoces

Lapitulo 35

ella

levantó la cabeza, mirando a Lucas pronunció tres palabras con

se volvió hacia sus colegas: “¡Vamos a

dirigió al abandonado Centro de Bienestar, un trayecto de unos veinte minutos; me sorprendi al ver que Renán y su grupo de amigos también estaban alli.

boda? ¿Ya no se casaba?