Capitulo 36

“Lucas, ¿sospechas que este es el primer lugar de la escena del crimen?“, le preguntó su compañero.

Lucas asintió con la cabeza.

Kent estaba fijando su mirada en la puerta, y se puso a buscar alrededor. El Centro de Bienestar era enorme. había estado abandonado durante años, y aunque la policia habla investigado varias veces, nunca encontraron ninguna pista clara; Kent recogió un palo y empezó a buscar algo con él.

Yo seguia a Lucas, sintiendo la tensión en el aire, ¿estaba a punto de ser descubierta? La ley es implacable y si la policia se lo proponia, seguro que podrian encontrar la escena del crimen original.

Renán se vela pálido, siguiendo a los policias sin decir palabra.

“Renán, mira…“, la voz de Juan temblaba, estaba a punto de decir algo, pero se detuvo.

“Habla“, Renan frunció el ceño, mirándolo con severidad.

“En mi garaje, ese equipo de escucha… Ayer encendi la computadora y encontré una grabación de la noche del 15“, a Juan ya no solo le temblaba la voz, sino también las piernas, había estado dudando si decirlo o no, al ver que Renán había dejado de lado su propia boda para buscarme, él se empezó a poner muy nervioso.

Podia ver que Juan estaba realmente asustado, temia que la policia lo encontrara culpable.

“Lo siento. Lo siento, de verdad no sabia, no tenia ni idea…“. Juan puso el USB en la mano de Renán, retrocediendo en pánico.

Él se puso pálido, volviendo su mirada hacia Lucas. La gente de la policia seguia buscando en el Centro de Bienestar, todos conteniendo la respiración, hasta los perros policía habían llegado.

murmuró Lucas, conectando el

Estoy un poco

tengo miedo a la oscuridad, ¿puedes decir

al asesino, ¿me dejarás

cuándo tengo que seguir pagándote? Dime una cifra

por favor, di algo“.

pedia a Renan que dijera algo,

puso pálido, con su respiración

que Nayri fuera sola al viejo

lo hice“, él parecia estar

“Mira Renán, duele cuando no puedes explicarte,

quiero irme, tengo mucho miedo“.

darme la vuelta, alguien me

“Mmm… ¡ayuda! ¡ayuda!“.

“Renán…”

Capitulo Je

“Ayúdame…

mi voz se iba debilitando poco a poco, y el ruido de fondo en la grabación también se

incluyéndome. Al oir la grabación, prácticamente se podia determinar

y sus ojos se iban enrojeciendo, se dio la vuelta para mirar a Juan. con los ojos rojos:

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