Capítulo 213

“Ainara, tú no eres Nayra, no lo eres, ¡no lo eres!”

Yuria seguía gritando.

La enfermera corrió a calmarla y, al ver que no estaba bien, llamó al

médico.

“Ainara, yo sé el secreto de Nayra, ¿no me crees, cierto? De verdad sé un secreto sobre Nayra…” De repente me agarró con fuerza, con una voz ronca y profunda. “Cuidado con Kent, cuidado con ese loco.”

Di un paso atrás y miré a Yuria desesperada. “La familia Linares no te protegerá y no necesito que me cuentes el secreto de Nayra. Yuria, has hecho lo tuyo y nadie puede ayudarte“.

Yuria temblaba por completo mientras se arrastraba en el suelo. “¡Ainara, te vas a arrepentir!”

Ella me odiaba, me odiaba porque hoy la hice arrodillarse, pero me. negué a salir en su defensa.

No le presté atención.

Seguía gritando histérica.

Kent me tomó de la mano y me llevó lejos de allí.

No miré atrás, no soy ninguna santa, mientras más sufra ella, mejor me siento…

Miré la espalda de Kent, mi vista se nublaba un poco.

Yuria dijo que Nayra y Kent fueron enamorados, que Nayra amaba a Kent, y que Kent también amaba a Nayra.

¿Por qué esos recuerdos tan profundos y marcados los había

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olvidado por completo?

¿Cómo es posible…?

descansa, por qué incluso muerta sigues compitiendo conmigo? ¡Eres una loca, un espíritu maligno! Casi matas a Renán, ¡todo fue por tu culpa! ¡Él te

lanzó una mirada sombría a Yuria y me llevó al ascensor, cubriendo mis oídos. “No creas ni una palabra de lo que

me quedé viendo a Yuria gritar y llorar, hasta

ascensor se cerraron.

“Lucas… lo de Lucas se ha esparcido por internet, la presión pública es enorme, y

mi teléfono y vi que la noticia

manipulando deliberadamente

todo esto era solo una persona, un loco, pero parece que todos subestimamos

no era solo un individuo, sino alguien con mucha fuerza y capacidad

pública y dirigir el tráfico de información no es algo que

¿quién diablos

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entrecortaba. “Lucas es la persona que ha estado involucrada en este caso desde el principio. Fue degradado a policía de tránsito

mal…” No sabía

sugirió Helda en voz baja, buscando mi opinión.

ahora parecía confiar

apretó mi mano.

que Kent quisiera mostrarse

“Está bien.”

la residencia de Lucas.

la puerta desde afuera,

estás ahí, si no abres, haré

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