!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 214

Los vecinos de alrededor eran todos colegas de su papá, y Helda estaba decidida a hacer que él quedara en vergüenza ante todo el barrio.

“¿Qué estás gritando?” Lucas me arrastró hacia adentro de la casal con Kent y, echando un vistazo a nuestra dirección, se acomodó el pelo de manera apresurada. El lugar estaba un poco desordenado.”

Kent y yo entramos y nos encontramos con un suelo lleno de botellas de cerveza y colillas, eso era mucho más que un ‘poco‘ desordenado.

“¿De verdad vas a dejar este caso así nomás?” Helda habló de repente.

Lucas encendió un cigarrillo y después de una calada se dio cuenta de que yo estaba embarazada, inmediatamente apagó la colilla.

Kent frunció el ceño y cubrió mi cabeza con su brazo. “El humo del cigarrillo es tóxico.”

Lucas rodó los ojos.

“No te sientas tan mal, tienes cerebro pero no en exceso, es normal que no puedas con él, es cosa de talento.” Kent intentó consolar.

Abrí la boca, incómoda. Esa forma de hablar era demasiado directa, ¿es que venía a consolar o qué?

Viendo cómo el rictus de Lucas se tensaba, pensé que quería echar a Kent, pero su educación le hizo aguantarse.

“Aunque me fui, no todo son malas noticias. Los superiores enviaron a un experto. Es un genio en la investigación criminal, dicen que

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seguro fue compañero tuyo.” Lucas me miró. “Se llama Elías Cisneros, un cerebrito con memoria sobre humana, solo necesita ver la escena del crimen para no dejar escapar ni el más

sorprendida, ¿este tipo

murmuró en voz

sí, y parecía que no se llevaban bien con este tal Elías.

millones, definitivamente no son gente común, ojalá

de genios.”

más de sesenta puntos, pero hay una diferencia entre sesenta y uno

tan detestable como Renán.”

ahora usaba a Renán como sinónimo de

sorprendida. “Hoy habló un montón.”

muchísimo a

a tus talones.” Kent miró a Lucas con una expresión de reproche.

insinuando que Lucas no debería rendirse.

no dijo nada y se sirvió

¿De cuándo es?” Helda intentó quitarle la

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abrí anoche.” Lucas se apartó. “No

y corrió al baño. Helda, resignada, empezó a limpiar el desorden