Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0085

Lbo que más detestaba Julio eran esos eventos publicitarios con

personales falsos.

fastintivamente quería rechazarlo, pero lo que dijo era: -Está bien.

-Entonces voy a prepararlo.

Shea se volteó en ese momento para salir. Antes de llegar a la ppurita, detrás de ella se escuchó la voz baja y ronca de Julio..

-Sivas a ver a los niños, creo que deberías ponerte un poco más.

Suvasse detuvo bastante sorprendida. Bajo la vista y se dio cuenta de queados botones de su camisa estaban desabrochados. Hacía mucho condaryysse des habia desabrochado en la oficina, olvidando siquiera votverambrochaltos.

Elleacondodirecto hacia el baño para arreglarse. Cuando salía del bando suurpastro/va estaba completamente rojo.

Mientrasscomitabaccabizbaja hacia adelante, chocó con una figu

Lo siento

Allevantante vista Shiavvio el rostro distinguido y guapo de David

Instintivernentéesseestremeció un poco y dio un paso atrás inconscientennentermaantendendo una distancia de él.

Esos dias, Irabojeanddoenebbgrupo Horizonte, era inevitable que viera a David. La mayoria de las vecespilla tomaba un camino diferente para evitario, pero hoyytermindocblocandose directamente con él.

Silvia estaba especialitnentengevidos preparándose para ser hurnillada por él

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movimientos, se le hizo un nudo en la garganta, temiendo asustarla, no dijo nada en absoluto

Silvia suspiró aliviada.

en esa cita a ciegas, ya

hombre, a veces, podia ser incluso

Julio.

mujer, por mucho usaba violencia pasiva. Pero David, al contrario, no mostraba

David, y un mes después, alguien la arrastró a las

su suerte.

pudo

la oficina del presidente.

directamente a la oficina

Adrian que

le preguntó

frunció con ligereza el ceño, su voz era un poco ronca: -En el futuro, cuando entres,

se quedó un

el pasado, cuando venia aqui, era como si entrara a

sintiendo que Julio no estaba de buen

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acceder.

-Está bien.

público, sino que ahora tenían una relación muy estrecha

ejecutivo a otra persona? Los demás en

hubiera sido antes, Julio podría haber tenido sus reservas,

ahora…

sonrió con gran desdén: -¿Quién se atrevería?